Pontevedra, 26 Agosto de 2015
La remontada del PP en
el último barómetro de CIS es algo realmente alucinante. A los populares no les
hace daño el ultimo (penúltimo) gran caso de corrupción que les acecha. El
famoso caso Púnica. Los políticos juegan con sociólogos que les cuentan lo que
quieren oír, pero también saben que la opinión pública es fácilmente
manipulable. Entre tantos millones de españoles, hay muchos que son críticos y
que piensan antes de votar. Pero aun siendo muchos, son minoría, porque la
mayoría no necesitan pensar para ejercer el derecho al voto. Son fanáticos de
un partido y le van a votar pase lo que pase. Para estos no hay Gürtel,
Bárcenas, Púnica ni trama corrupta que se precie.
El PP puede ser
implacable con los ciudadanos, aplicar recortes injustos, apoyar y subvencionar
colegios que segregan por sexo, estar contra el aborto, contra el divorcio y
todo lo que queremos. Pero no son tontos. Saben perfectamente que en época
estival la gente no está pensando en política. Que solo unos cuantos
incondicionales van a seguir en verano pegados a los medios de comunicación
para seguir enchufados a la actualidad. La mayoría no, por eso hacen todo lo
que quieren, y no se ven afectados por el nuevo caso de corrupción que ha
sacudido al partido en Madrid. Por eso las vejaciones que estamos conociendo
del caso púnica y que afecta a destacados dirigentes del PP en Madrid, no está
teniendo el efecto demoscópico sobre los posibles resultados del partido que
tuvieron otros casos recientes.
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