Pontevedra, 27 Agosto de 2015
Hemos asistido a un debate en el que teóricamente se
discuten los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, aunque en
realidad se trata en un debate vacío de contenido. ¿Ha decidido el Gobierno su
celebración en el mes de agosto, o son instrucciones de la Unión Europea que
sugiere el adelanto frente a posibles miedos a un marco electoral que pudiera
dar como resultado unas alianzas fuera de las tradicionales? ¿Tratan de influir
en la vida política española para no tener el mismo problema que en Grecia?
Respecto al contenido, sin novedad: el Gobierno cree que
el la mejor opción, y la oposición hace una enmienda a la totalidad pidiendo su
retirada porque los Presupuestos son la presentación de la acción de gobierno en
términos contables y cada partido quiere tener la suya propia.
Mención aparte merece la intervención de Montoro, cuya
prepotencia le lleva a parecer cómico. En lugar de un vaso de agua, el ujier
del Congreso podía haberle puesto una copa de coñac, porque su actitud en
algunos momentos es tabernaria. Sin embargo, en esta ocasión fue bastante
coherente con la situación, ya que se trataba de una sesión de ficción con unos
Presupuestos que nuca se van a aplicar. La oposición no los quiere y el Gobierno
actual, en caso de volver a gobernar tendrá que hacerlo pactando, lo que le
obligará sin duda a modificarlos. Por tanto, se trata de un nuevo acto
electoral del Gobierno al servicio del PP.
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