domingo, 27 de septiembre de 2015

Pensamientos desde TAPEDELLO (39)

Tapedello, 27 Septiembre de 2015

Diálogo

Hay que abrir una vía para el diálogo con Cataluña. No será un diálogo de igual a igual, no se mantendrán relaciones bilaterales porque España es un estado y Cataluña no, pero hay que dialogar, resolver lo que nos separa y fortalecer lo que nos une. Pero, por encima de todo, hay que dejar que los catalanes se expresen libremente en las urnas y digan qué quieren ser. Luego, hay que modificar la Constitución.

¡Es un fenómeno!

¿Saben aquel que…?, o ¡Había una vez un inglés, un francés y un español…! Así comenzaban algunos de los humoristas más conocidos el relato de sus mejores chistes. Si no fuera porque se trata del presidente del Gobierno que representa y dirige el futuro de los españoles, las recientes salidas de banco de Rajoy las veríamos como eso, un chiste. Como cuando gente como Jesulín de Ubrique o cualquier otro famosillo con poca formación, llano y superficial, se pone a hablar de temas serios y trascendentales. Rajoy hizo el ridículo en Onda Cero esta semana en una entrevista magistral de Alsina. El presidente demostró que desconoce cómo se otorga y se conserva la nacionalidad española, desconocía la ley que lo regula y recibió una clase de derecho del entrevistador. Es decir, demostró un desconocimiento pavoroso de la Constitución española y de los tratados de la Unión. Se lió con el español, el catalán y el europeo, parecía Arévalo contando chistes en una sala de fiestas de pueblo.

No aprende

Pero Rajoy no aprende. Porque no es la primera vez que con sus explicaciones de primaria pretende ser cercano a la gente y lo que consigue es declarar públicamente su desconocimiento sobre temas de sustancial importancia. Hilillos de plastilina, catalanes que son gente normal, que trabajan, etc… son algunas de sus famosas declaraciones. Pero tras la metedura de pata en Onda Cero, no quedó contento del todo y, al día siguiente, en otra entrevista en una televisión local catalana, volvió a liarse hablando de vasos y platos. “Un vaso es un vaso, y un plato es un plato”, dijo. Ni el propio Séneca hubiese realizado una reflexión tan profunda. Ahora entendemos porqué sus asesores prefieren la utilización del plasma para dirigirse a los medios. El micrófono le da pavor. Pero tenga usted cuidado señor Rajoy, porque los vasos y los platos también pueden mudar y darnos muchas sorpresas. Si al vaso se le abre mucho la boca y se le empequeñece el culo podría convertirse en una bacenilla.

En catalán

Aznar dijo que hablaba catalán en la intimidad pero nunca lo demostró. Ahora la plana mayor del PP ha hecho un vídeo para pedir el voto en Cataluña hablando en catalán. Arenas, Pablo Casado, Maroto, Cifuentes, el propio Feijoo y otros muchos que se despachan en un catalán macarrónico y postizo. Dejaron para el final el plato fuerte, a Mariano, con una cara de susto que no puede con ella, suelta su frase en catalán para que, en caso de que todavía exista en Cataluña algún habitante que no sea independentista, acabe por convertirse. Vale la pena ver el documento, la cara desencajada de Mariano, el pelo alborotado, la mirada perdida, la boca abierta en la que no se atisba un solo diente y el blanco y negro hacen que parezca un preso americano en el corredor de la muerte.

Que un tipo con esta pinta pueda ganar unas elecciones dice mucho de lo que so os como país y de loa importancia que tienen los sociólogos en los partidos políticos: NINGUNA

sábado, 26 de septiembre de 2015

PP y Convergència son lo mismo

Pontevedra, 25 Septiembre de 2015

Estamos a las puertas de unas nuevas elecciones en Cataluña; autonómicas para unos y plebiscitarias para otros, pero a pesar de la amalgama de partidos que se presentan, podemos hablar de dos bloques bien diferenciados: los que están a favor de la independencia, y los que están en contra. Si bien hasta hace poco tiempo Convergència se definía como catalanista, de un tiempo a esta parte se ha liado la manta a la cabeza para erigirse como el gran defensor del independentismo catalán, y tras separarse de su aliado histórico (Unió), ha formado una candidatura de consenso con varios partidos llamada Junts pel Sí.

Uno de sus grandes rivales, con posturas aparentemente antagónicas, es el PP, pero ¿son tan diferentes como parece? Unos se alzan como los defensores de España y otros de Cataluña, pero la verdad es que se asemejan más de lo que nos hacen ver. Tienen más puntos en común que diferencias. En realidad, sólo tienen dos diferencias que,y aunque sustanciales, no tapan el fondo de lo que realmente les une: una visión neoliberal de la sociedad.

Si hablamos de ideas políticas propiamente dichas, de economía o de programas en materia social, son partidos muy parecidos. Ambos son de derechas, católicos y económicamente liberales. Prueba de su confluencia de ideas son las numerosas ocasiones en las que han llegado a acuerdos tanto en el Parlamento español como en el catalán. Ambos recortan en sanidad y educación, y fomentan la privatización de los servicios públicos.

Convergència ha atacado el famoso modelo educativo de inmersión lingüística que puso en marcha el partido socialista de Cataluña mientras subvenciona escuelas del Opus Dei. Prueba de su defensa del catolicismo más ortodoxo es la aprobación de la Ley de Cultos que impide la construcción de centros evangelistas y musulmanes. Y referente a los medios de comunicación públicos, al igual que el PP ha hecho con RTVE, Convergència se ha hecho con el control absoluto de TV3, convirtiéndola en un medio público al servicio de la causa independentista ahora, y del partido antaño.

El caso es que CDC ha vivido siempre una doble vida ideológica, porque a pesar de ser un partido claramente de derechas, sus votantes suelen vestirse de progresistas. Aunque quizás eso tenga que ver con la diferente visión que en Cataluña se tiene de lo que significa ser de derechas, ya que para ellos tiene más que ver con connotaciones antidemocráticas que con ideas puramente conservadoras. Todo ello unido a que las ideas independentistas siempre han sido asociadas a gente de izquierdas, han hecho que Convergència haya tenido una consideración más progresista. Nada más lejos de la realidad.

Por eso, durante mucho tiempo aparecían ante los ojos de la ciudadanía como una derecha europea, centrada y moderada; sin embargo hoy en día, más allá de la deriva independentista, sus políticas son cada vez más neoliberales. A Convergència y al PP solo le separan temas lingüísticos y nacionalistas. Aunque bien mirado, podemos dejarlo únicamente en los temas lingüísticos, porque a su manera, ambos son nacionalistas: unos españoles y otros catalanes.

Publicado en PontevedraViva.com el día 25 de Septiembre de 2015

domingo, 20 de septiembre de 2015

Pensamientos desde TAPEDELLO (38)

Tapedello, 20 Septiembre de 2015

El toro de la Vega

El famoso y lamentable toro de la Vega es una de las muchas vergüenzas nacionales. Personas que estresan, persiguen, acorralan y matan a un animal indefenso, todo bajo el paraguas de la tradición. Incluso el ministro de Justicia llegó a calificar el acto de tradición para justificarlo. Mientras no seamos capaces de desterrar actos como este, seguiremos siendo un país arcaico, antiguo y casposo.

Elecciones en Grecia

Publica un artículo en LA VOZ DE GALICIA el día 19 de septiembre el gran Ernesto Pombo, en el que refleja muy bien lo que son las elecciones griegas de hoy. Se pregunta Pombo, para qué sirven unas elecciones en las que ya antes de contar los votos se sabe quién va a ganar, quien va a perder, cuáles serán las medias a adoptar, etc... Tiene toda la razón en su reflexión, porque ganará Europa y perderán los griegos. De hecho, ya han perdido.

Debate catalán

Suelen presentarse los catalanes como los más modernos, educados, avanzados y, como suele decirse, los más europeos de todos los españoles para aludir a su gran desarrollo y modernidad. Suelen mirar por encima del hombro al resto de españoles, un poco crecidos por ser los más industrializados y desarrollados. Como si el mayor poder económico también se lo otorgase cultural o educacionalmente. En un debate televisivo en el que se representaban todos las fuerzas políticas que se presentan a las próximas elecciones, hemos podido ver que esto no es así. Hemos asistido a un acto patético en el que todos se pisan, nadie escucha, repiten sus mantras, etc... Por tanto, son como todos. Tan como todos, que cuando se les preguntó por las medidas para luchar contra el paro, Antonio Baños, de CUP, dijo “Un plan de choque ciudadano que haga que los catalanes sean libres, sin desahucios ni privatizaciones”. Esa es la receta para acabar con el paro en Cataluña. Es decir, humo. Todos los políticos son iguales, y los catalanes independentistas (que tienen todo el derecho a serlo y a reivindicarlo) no son diferentes a los demás. No dicen nada. Hay una canción de un catalán bastante famoso, un tal Joan Manuel Serrat que se titula Algo Personal y que refleja muy bien la palabrería de los políticos. Muchas palabras sueltas que juntas no dicen nada. Palabras huecas que solo tienen sentido en la temblorosa voz del famoso cantautor de Barcelona.

“Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión
de declarar públicamente su empeño
en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo

que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,
donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz.”

Entre independentistas radicales y españolistas radicales poco tienen donde escoger los catalanes para las próximas elecciones.


viernes, 18 de septiembre de 2015

Hospital enfermo

Pontevedra, 18 Septiembre de 2015

Muchos son los reconocimientos que se le han hecho a Álvaro Cunqueiro desde su desaparición, pero poco se imaginaba él que a estas alturas su nombre iba a estar en boca de todos por motivos bien diferentes a los de su enorme talla literaria. Primero en Madrid, donde el nuevo Gobierno municipal pretendió (y aún anda en ello) retirarle la calle que lleva su nombre en la capital. Y ahora en Galicia, su tierra natal, donde el Gobierno de la Xunta quiso homenajearle poniéndole su nombre a un hospital, y lo que han conseguido es que se asocie a una gestión calamitosa.

El PP pretendía ganar prestigio con la apertura del nuevo hospital de Vigo, poniéndose una medalla por la apertura de hospitales en tiempos de crisis, pero parece que de momento el tiro les está saliendo por la culata. Es el problema que tiene mezclar la gestión de lo público con los intereses partidistas. Quisieron apurar en su apertura para utilizarlo como propaganda política de cara a las próximas elecciones, y les ha salido mal. Nos engañaron, porque prometieron un hospital público y lo que hay en Vigo no es un hospital público, sino privado, al menos público-privado, que es muy diferente a uno público.

Ya sabemos lo que pasa cuando lo privado se mete por medio en política; que la economía entra en juego y la rentabilidad económica se convierte en el objetivo final, en detrimento del interés común. Y eso choca de frente con la calidad que los ciudadanos exigimos, sobre todo en aquellos servicios que afectan a la salud. Una empresa privada gestionará los servicios no clínicos del hospital por un período de 20 años a razón de 68 millones de euros anuales que pagaremos todos. Pagaremos una tasa anual, y además pagaremos por la comida, el agua, el parking,....

El PP suele repetir dos máximas cada vez que habla de sanidad. Una, que nadie paga en España por entrar en un hospital. Una frase hueca, vacía de contenido y que esconde una mentira en sí misma, porque todos los españoles pagamos impuestos (muchos) con los que se construyen y mantienen los hospitales. Sin embargo, ahora quieren que paguemos dos veces: primero con los impuestos, y después a los gestores privados del hospital. Y aunque no paguemos por las consultas, sí lo haremos por todos los servicios que conlleva la estancia hospitalaria. Y dos, aludir a la profesionalidad de los equipos sanitarios para tapar los errores de gestión política. Pero los ciudadanos no nos quejamos de ellos, sino de la gerencia, la gestión, las instalaciones y los medios con los que cuentan. Ya sabemos que nuestros médicos y servicios sanitarios en general son de altísima calidad. El problema de fondo es que el PP no cree en la sanidad pública, sino en la gestión privada de la sanidad pública, y ello supone que el concepto de público (de todos) quede subordinado al concepto privado (de unos pocos).

Miles de vigueses se manifestaron pocos días después de su entrada en servicio del nuevo hospital, pero no lo hacían solo por las deficiencias y la mala gestión en su apertura, sino que lo hacían por el modelo escogido por la Xunta para su construcción y gestión, protestaban porque nos prometieron un centro publico y tenemos un centro privado.

Por tanto, los ciudadanos de Vigo se sienten engañados, porque les han vendido un hospital que estaría a la vanguardia de las instalaciones sanitarias mundiales, pero les han dado un hospital que ha nacido enfermo. Y que además hipoteca a la ciudad y a la comunidad para muchos años porque el PP no pensó en un modelo duradero, sino en uno con visión cortoplacista.

Publicado en PontevedraViva.com el día 18 de Septiembre de 2015