viernes, 30 de septiembre de 2022

Asoman de nuevo

András, 30 Septiembre de 2022

La ultraderecha vuelve a enseñar la pata. Esta vez en una de sus cunas, Italia, donde Giorgia Meloni, una mujer de ideología neofascista y antieuropeísta que encabezaba una coalición de derechas, será la encargada de formar gobierno. Meloni se convertirá en la primera mujer jefa de un gobierno en Italia… pero, ¿tenía que ser fascista?

La ultraderecha ha ganado las elecciones por primera vez desde a segunda guerra mundial, y con mayoría absoluta, evidenciando un problema de graves consecuencias que requiere de un análisis detallado por parte de la Europa más moderada y democrática dónde, este nuevo brote fascista, debiera de generar una gran inquietud.

¿Por qué crece la ultraderecha en Europa? ¿A qué se debe que cada vez más países tengan partidos de ideología radical de derechas potentes con amplias representaciones parlamentarias? Lo que parece evidente es que existe un problema con la democracia.

La democracia, que es un régimen político en el que, a través de las urnas, los ciudadanos toman decisiones para elegir a sus representantes, está en crisis, y lo demuestra el hecho de que cada vez más gente se desengancha de aquella responsabilidad, lo que provoca que la participación sea cada vez menor.

Además, hay que añadir que el debate público se está sustituyendo por un llamamiento a las emociones de los ciudadanos, lo que trae como consecuencia que la gente menos informada, la que se desengancha de la vida política, vote con el estómago, preñados de promesas populistas que no son lo más conveniente para tomar decisiones de este calado.

Todo lo contrario de lo que es la democracia, un sistema donde debe imperar la razón, en el que se supone que los ciudadanos reciben información veraz sobre los problemas que existen, sobre las soluciones que cada partido propone y en el que, posteriormente, en función de sus propios intereses, cada uno decide a quien le otorga su confianza.

Sin embargo, la democracia así entendida se ha roto, porque los problemas que se ponen sobre la mesa no son los reales, las soluciones que se proponen tampoco son realistas y las motivaciones del electorado para tomar una decisión, salen de las emociones y no de la racionalidad.

Por eso se extienden con rapidez todos los populismos, sobre todo los de extrema derecha. Y el problema es de todos, de quienes los amparan dejándose convencer por vendedores de humo, y de los que, con su desconexión de su responsabilidad democrática, avalan el blanqueamiento del fascismo.

Publicado en PontevedraViva.com el día 30 de Septiembre de 2022


viernes, 23 de septiembre de 2022

God save the... ¿King?

 András, 23 Septiembre de 2022

En cierto modo, el funeral de la reina Isabel, preñado de la formidable exhibición de ritos que constituye el ceremonial fúnebre de la Corona británica, ha sido el último servicio de la monarca al Reino Unido; y ha servido para que exhibiesen una demostración de que, de alguna forma, quieren seguir siendo un imperio.

Los británicos se han tomado las exequias como una cuestión de orgullo y patriotismo, para tratar de sentar las bases de lo que quieren que sea el país en el futuro. Es verdad que el mundo se ha emocionado con la noticia, y que todo lo que es anglosajón en el planeta se ha sacudido, especialmente el mundo de la Commonwealth, y eso, es algo muy respetable. No es necesario ser monárquico para entender el sentimiento que ha podido producir en tantos millones de personas la pérdida de un símbolo.

Isabel II heredó un imperio, sin embargo, a su fallecimiento, ha dejado una Gran Bretaña convertida en un país empequeñecido, uno más en un mundo globalizado. Fuera de la Unión Europea, en crisis y con gobernantes inútiles y estériles que solo causan más problemas a los ya existentes.

Por tanto, mientras se vuelve a asentar en el mapa geopolítico, decide qué quiere ser y cómo influir en el mundo, ha organizado un tremendo funeral de estado para realizar una demostración del poder que tuvo.

Gran Bretaña ha dejado de ser un imperio en todos los sentidos. Evidentemente en el sentido territorial, pero tampoco lo es en el sentido de influencia sobre otros países o regiones, porque el poder mundial ha oscilado hacia otras zonas donde ya no tienen tanta influencia.

El fallecimiento de la reina marca clarísimamente el final de una época, porque su figura seguía simbolizando la idea del imperio británico de antaño. Sin embargo, su sucesor, ni de lejos tiene esa capacidad, la de consolidar el propio Reino Unido, y mucho menos de lograr la ascendencia moral que, en el pasado, tuvieron sobre medio mundo. Veremos si los propios británicos no se arrepienten de su King Charles III.

Publicado en PontevedraViva.com el día 23 de Septiembre de 2022

viernes, 16 de septiembre de 2022

El griterío

 András, 16 Septiembre de 2022

No hay más que darse una vuelta por la calle para apreciar la normalidad existente entre la gente. Una normalidad, que choca con la anormalidad de la vida política. Todos tenemos diferentes formas de pensar, incluso ideologías enfrentadas, hay alcaldes del PP, del PSOE, nacionalistas o independentistas, pero todos aplican y acatan las leyes sin problema. Por eso, la gente asume las medidas de control de gasto energético con naturalidad, pero los partidos se escandalizan por todo.

Ese escándalo es reflejo de lo que tenemos en el Congreso de los Diputados, dónde se ha instalado un griterío constante, un ruido molesto y dañino para la vida democrática, que muestra una tendencia muy peligrosa para aumentar cada vez más la distancia con la ciudadanía y ese, es un inconveniente de formidables consecuencias a medio plazo.

Al parecer, el problema para votar en contra del decreto de ahorro energético no han sido medidas en sí mismas, sino cómo se ha gestionado su tramitación. Es decir, a sus señorías les parece mal la forma, no el fondo, siendo éste lo único que importa en las circunstancias en las que nos encontramos.

Todo es por el griterío en el que viven, que provoca el alejamiento de las élites políticas de los ciudadanos y de la realidad de la calle. Sobre todo, por parte del principal partido de la oposición, que es el mayor alimentador de esta bulla absurda y estéril. Pero el griterío es tal, que también se ha asentado en el seno del gobierno y de sus socios parlamentarios.

Desde hace años, estamos instalados en una política de trincheras, con una oposición que no plantea propuestas y se limita a negar la mayor una y otra vez. Pero también, con un Gobierno incapaz de apelar al diálogo y a la construcción con esa oposición que, aun siendo desleal, es la que hay.

El Ejecutivo debería analizar esta última fase de la legislatura, incorporar menos voces disonantes y hacer un ejercicio de acuerdo interno sin tanto ruido, porque en la opinión pública ha arraigado la idea de que es una jaula de grillos y, muchas veces, ciertamente lo es.

A pesar de que se han aprobado numerosas leyes en un contexto difícil, con un gobierno de coalición y una oposición miserable, la sensación en la calle es que tenemos el peor gobierno de la democracia y que vamos hacia la ruina.

El problema radica en qué, ahora mismo, el debate político no se centra en aportar soluciones, sino en la bronca y en mantener vivo el griterío.

Publicado en PontevedraViva.com el día 16 de Septiembre de 2022


miércoles, 14 de septiembre de 2022

¿Insolvencia o mala fe?

 András, 14 Septiembre de 2022

Cara a cara en el Senado entre el presidente del gobierno y el jefe de la oposición en funciones. En funciones porque no tiene escaño parlamentario y, consecuentemente, no puede discutir al presidente en el cara a cara, al menos oficialmente. En los medios ya lo hace todos los días.

Feijoo llegó a Madrid con una intención, pero la capital ha cambiado sus deseos para hacerlo aterrizar en la cruda realidad, la del partido a nivel nacional. Es decir, a la negativa porque sí a todo.

Desde el punto de vista del tono, el presidente utilizó un tono de debate del estado de la nación. A pesar de que institucionalmente el escenario no le exigía de tanto empaque en la presentación del debate, el presidente acudió a él en términos de debate con peso, con enjundia. Se lo ha tomado como una forma de arrancar el curso político, de sentar las bases de lo que será un otoño difícil. Por eso mantuvo un tono muy institucional, con un repaso profundo de la política energética y, en general, de la política internacional.

Lo sorprendente es que, Feijoo, que viene de gobernar muchos años en Galicia, no ha cogido el mismo tono. Sino que continúa con el mismo tono que suele tener el PP, independientemente de quien sea el líder del partido. Es una pena que no haga valer su experiencia de gobierno para hacer un discurso de estado también. Básicamente, las propuestas que realizó fueron, el cese de los ministros, reducción del número de ministerios, retomar la energía nuclear y buscar los apoyos del PP. En definitiva, como propuestas son bastante escasas y muy cutres. La pregunta consiste en saber si todo es fruto de la insolvencia o de la mala fe.

viernes, 9 de septiembre de 2022

Ellos los quieren así

 András, 09 Septiembre de 2022

Que los partidos políticos juegan con la voluntad de las masas de forma interesada, es evidente. Apoyados por medios afines, nos ofrecen información sesgada, mutilada e incluso, los más osados, se atreven a mentir descaradamente.

Por otra parte, la sociedad se divide entre quienes muestran interés por la información y quienes, por el contrario, prefieren alejarse de ella, metiéndola en el mismo saco de aquello que llaman "politiqueo", sin pensar que, por ese camino, se puede poner solución a muchos problemas. No olvidemos que son los políticos quienes, con su gestión al frente de las instituciones públicas, tienen en sus manos buena parte del futuro de todos.

Sin embargo, son los mismos partidos, que son máquinas de generar desinterés, los que tienen en esa parte de la sociedad que opta por la desinformación voluntaria, un gran caladero de adeptos, a sabiendas de que una cosa es informarse y otra votar, y que, para lo segundo, lo primero no es necesario.

La desconexión que mucha gente muestra por lo que sucede en su entorno, la desafección de aquellos que no muestran más inquietud que por su propio mundo, debiera ser una preocupación de quienes dirigen el país. Y, en rigor, lo es, pero para que no cambie.

El problema tiene su origen en la gran desconfianza en los medios de comunicación. Es cierto que todos son parciales y siguen una línea ideológica, pero de eso se trata, de informarse y meter el filtro individual para sacar las propias conclusiones. El problema lo tiene quien dimite de ser informado, porque aquellos que tienen información se desenvuelven mejor en la vida, aunque ello requiera de un esfuerzo para valorar y procesar la información.

El interés por acaparar conocimiento forma parte de la propia esencia del ser humano, y para ello es fundamental recabar datos a través de la información. Por tanto, quien trata de ignorar de forma voluntaria lo que ocurre en su entorno, se está poniendo en claro peligro, y el primero de ellos es convertirse en un títere al servicio de los partidos políticos.

Publicado en PontevedraViva.com el día 09 de Septiembre de 2022


viernes, 2 de septiembre de 2022

Políticos perversos

 András, 01 Septiembre de 2022

Posiblemente, Isabel Díaz Ayuso simbolice el populismo más puro en la política española. No hay más que escucharla para darse cuenta que rezuma demagogia por los cuatro costados. La lideresa, atesora las tres principales características que definen al político populista de manual.

La primera, el tono mesiánico que constantemente emplea. La segunda, que siempre se erige como la única garante de la libertad, ya no solo en Madrid, sino en toda España. Y la tercera, la costumbre que tiene de coquetear con la idea de declararse en rebeldía, de amenazar con no cumplir las leyes por considerarlas injustas.

Estas tres características son, ni más ni menos, que la forma en que siempre se ha definido a Donald Trump y, aunque salvando las distancias entre ambos personajes, obvias por su capacidad de atesorar poder y el contexto en el que se mueven, sí es cierto que la táctica política de ambos es, esencialmente, la misma.

Pero el problema de Ayuso es más profundo de cómo es ella realmente, porque acaba contaminando al resto de su partido. Es cierto que la dirección nacional ha cambiado, que es más fuerte que antes, pero, en el fondo, Ayuso impone su criterio, obligando a la dirección a dar bandazos y a corregir muchas opiniones.

Sin embargo, hay algo que va más allá del efecto que la táctica de Ayuso provoca en su partido. Se trata de la contaminación que se produce en los votantes de la derecha, que ya no solo consideran que Pedro Sánchez sea un mal gobernante, que están en todo su derecho porque tienen otra forma de ver las cosas y, básicamente, otra ideología; sino que se les ha trasladado la idea de que es un presidente ilegítimo y que, de una u otra forma, conspira ilegalmente contra España, haciendo cosas para perjudicar al país.

Esto es lo verdaderamente grave del populismo rancio de Ayuso, que tengamos líderes políticos con éxito electoral que introducen la dinámica de la ilegitimidad del adversario entre sus votantes. Algo que acaba quebrando la sociedad y teniendo unos efectos muy perversos y muy peligrosos, más que el hecho de que gobierne la derecha o la izquierda.

Publicado en PontevedraViva.com el día 01 de Septiembre de 2022