domingo, 2 de agosto de 2015

Pensamientos desde TAPEDELLO (31)

Tapedello, 02 Agosto de 2015

Sí, pero no

El presidente de la Diputación de Ourense, el hijo del famoso Baltar, se enzarzó esta semana en una polémica que le ha llevado a pedir la dimisión del número dos del flamante gobierno de las ciudad ourensana. Con la excusa de que no quiere que un concejal comparta dos cargos importantes en el Ayuntamiento y la Diputación (en eso estoy de acuerdo con él) le ha obligado a dimitir y de paso ha mostrado músculo al PP gallego para decirle quién es el que manda en la provincia. Todos sabemos la fuerza que tiene todo lo que suena a Baltar en el PP, pero Baltar (hijo) que heredó de su padre la presidencia de la Diputación, también hizo lo propio con el poder, y ha obligado al alcalde de la ciudad a comulgar con ruedas de molino. Precisamente Rueda (el vicepresidente) salió a la palestra para tratar de mediar en la situación. No con intención de calmar las cosas, que ya no hay nada que calmar, sino para dar la sensación de que en el PP no hay ningún tipo de desencuentro y que la familia conservadora gallega goza de buena salud. No en vano, presumen de ser un partido estable, al contrario que otros que están siempre a la greña. Lo mismo hizo el persistente Feijoo, salir a no decir nada Eso sí, le faltó tiempo para apoyar a su exconselleiro. Querría se más contundente, pero no puede, porque sabe que las elecciones autonómicas están a las puertas, y que del éxito de Ourense depende mucho el resultado que puedan obtener en San Caetano. Por tanto, si pero no, sería la definición de la mini bronca de los pesos pesados del PP al "baroncito" Baltar.

El nacionalismos vuelve a unirse. Malo para Podemos

El día 25 de julio todos los pedazos en que se rompió el nacionalismo en la Asamblea famosa de Amio, volvieron a unirse (al menos simbólicamente) para reclamar, entre otras cosas, una lista única a las próximas elecciones generales. Quieren asegurar el tiro para tener voz en Madrid. Y han aprendido la lección. Podemos quería pescar en río revuelto, agrupar bajo sus siglas a todo el nacionalismo disperso y asegurar que los votos serían para ellos. Sin embargo, por esta vez, los nacionalistas no han picado en el anzuelo de Pablo Iglesias y podrían presentase unidos para no perder la representación que actualmente tienen en el Parlamento. Y de paso, serán los únicos gallegos que tengan voz propia y libre en la capital. No como los del PP y los del PSOE que dicen lo que quiere el partido, que no siempre es lo mejor para Galicia. Por esta vez Pablo va a tener que recoger velas. Mejor.

Más madera

El PP ha puesto al frente de su candidatura para las elecciones catalanas al tipo más radical que tienen en Cataluña. Como la situación allí se ha radicalizado, el Gobierno se suma a la radicalización y pone al frente del partido en aquella región a uno de los más radicales que tiene. En lugar de apostar por el diálogo y la comprensión de las ideas contrarias, lo que hacen es ir a la guerra. Ellos verán.

Murió atropellado

El bipartito gallego murió atropellado por los famosos Audis con los que Feijoo inició una campaña feroz para acceder a la Xunta. Puso el acento sobre un supuesto despilfarro que en realidad no fue tal y que, para mayor escarnio, fue provocado por el gran gurú de la derecha española, Manuel Fraga. El tan admirado, Don Manuel. De los 32 coches heredados por la Xunta de Feijoo de la de Touriño y Quintana, 29 habían sido heredados a su vez por éstos de Fraga. ¿Quién provocó el despilfarro? Feijoo llegó a la Xunta con una campaña cínica y vacía de contenido, pero llena de hipocresía y demagogia. Culpó al Gobierno bipartito de algo provocado por el Gobierno de Fraga. Y le funcionó. Eso nos da la medida de lo que piensan los votantes antes de ejercer el famoso derecho.



No hay comentarios:

Publicar un comentario