viernes, 29 de julio de 2022

¿Honorabilidad de qué?

 András, 29 Julio de 2022

Los compañeros de Griñán han salido a la palestra, incluido el propio presidente del gobierno, en una defensa numantina de quien acaba de ser condenado a seis años de cárcel por gestionar mal el dinero público. Ya estamos acostumbrados a que ningún partido, ante casos de corrupción propia, haga crítica alguna de los condenados y que todo trate de taparse lo antes posible. Pero salir a realizar una condena de la condena, es nuevo.

La excusa de defender su honorabilidad porque no se ha llevado dinero, es patética. La corrupción no consiste solo en robar dinero, Griñán era el presidente de un gobierno que consintió un caso opaco de ayudas que, durante muchos años, ha beneficiado a personas del partido con el objetivo de que le ayudase a perpetuarse en el poder en Andalucía. Por tanto, se trata de una trama corrupta que ha generado adhesiones y clientelismo del que el propio condenado, entre otros, se ha beneficiado.

Pero el PSOE no lo quiere reconocer, y se dedica a juzgar a los juzgadores, atreviéndose a poner en tela de juicio las sentencias del poder judicial. Eso sí, solo lo hace cuando le son desfavorables. Defender con tanta vehemencia a un condenado por la justicia, obviando la sentencia y posicionándose por encima del bien y del mal es lamentable, y constituye un acto de desprecio a las reglas de la democracia, además de ser una indecencia política por el vilipendio a los poderes del Estado. Lo hace el PSOE y lo hacen todos los partidos cuando les toca a uno de los suyos.

¿Se imaginan a un condenado por asesinato defendiendo su honorabilidad por no haber robado dinero? Pues esto es lo que hace el PSOE con Griñán, tildarlo de honorable porque no se ha llevado un solo euro para su bolsillo. ¿Qué tendrá que ver no haber robado con que te condenen por malversación y prevaricación? ¿Es por ello un hombre honorable? La honorabilidad no se mide por los delitos que no se ha cometido sino, en todo caso, por los que se ha sido condenado, sobre todo cuando son de tal calibre.

La conclusión es que en la política española falta todavía muchísima madurez, y continúa instalada en la patética espiral del “y tú más”. Cuando lo mejor sería aceptar la responsabilidad de lo que ha pasado y hacer autocrítica, para mirar hacia el futuro y ofrecer a la ciudadanía un horizonte de esperanza. Ese sí que sería un acto de honorabilidad. Pero eso no lo verán nuestros ojos.

Publicado en PontevedraViva.com el día 29 de Julio de 2022


miércoles, 27 de julio de 2022

¡Por favor, señor presidente!

 András, 27 Julio de 2022

Sánchez ha defendido el papel de los expresidentes de la Junta de Andalucía condenados por los ERE, y para ello se dedicó a hacer una loa a su gestión y a su integridad personal. “No se han apropiado de dinero publico”, “pagan justos por pecadores, “no fueron condenados, ni siquiera acusados, de robar dinero y tampoco de financiar ilegalmente al partido…”  son solo algunas de las perlas que les ha dedicado.


En realidad, escuchando al presidente, parece que Chaves y Griñán son dos hermanitas de la caridad que han dado todo y más por la región, pero que han tenido la mala suerte de ser perseguidos por un juez injusto y severo que les ha buscado las cosquillas para juzgarlos y condenarlos por algo.


¡Por favor, señor presidente!, que aún queda en Espańa mucha gente que no comulga con ruedas de molino. ¡Váyase usted al carajo! Si realmente todo es como dice Sánchez, la siguiente pregunta que deberían hacerle es: ¿Entonces, si se trata de unas personas tan ejemplares, por qué han sido condenados por malversación y prevaricación?.


Eso si, ya sabemos que los dos van a ser indultados, al menos Griñán, que tiene que entrar en prisión. Lo dijo Sánchez cuando le preguntaron y respondió, “eso es una hipótesis”. Eso mismo dijo de los condenados por el procés y ya sabemos dónde están ahora. 

martes, 26 de julio de 2022

Lo mejor del Estado es la Corona

András, 26 Julio se 2022


Para aquellos que se les llena la boca despotricando contra la Jefatura del Estado y que creen que la solución a los problemas de España pasa por un cambio de régimen, decirles que lo mejor que tenemos actualmente en España, la mejor institución, la que mejor encarna los valores constitucionales y el espíritu conciliador de la Transición, la menos costosa y la que mejor nos representa a todos los españoles dentro y fuera del país, es la Corona.


Personalizada en el Rey Felipe VI, ahora mismo no hay en España mejor institución, más seria y con mejor representante que la Corona española. Ya nos gustaría que los que ocupan otras instituciones tuvieran un nivel parecido, con la mitad de la responsabilidad, el sentido de estado y la formación que el Rey.


Tienen derecho quienes discrepan y defienden otra forma de organización del Estado, siempre y cuando lo hagan por los medios legales a su disposición, por supuesto.  En efecto, es totalmente legítimo desear que España vuelva a ser una República. Sin embargo, antes de meternos en tales profundidades, lo primero que habría que hacer es mejorar la calidad de quienes un día sí, y al otro también, se dedican a criticar lo que tenemos sin aportar nada más que inestabilidad, además de tirar por los suelos el nivel de las instituciones. 


¿Qué político de primera línea actual sería un mejor Jefe del Estado que Felipe VI? La misma facilidad que tiene el PP para aumentar el número de independentistas en Cataluña, la tienen los republicanos españoles para fomentar los adeptos a la Monarquía. En definitiva, tenemos urgencias más importantes que resolver en niveles inferiores que en el de la Jefatura del Estado.


viernes, 22 de julio de 2022

La ley de memoria

 András, 22 Julio de 2022

Es evidente que muchas cosas no hubieran ocurrido en este país de no ser por el PSOE. Por ejemplo, la mayoría de las mejoras en derechos sociales llevan su firma y nos han situado a la vanguardia de la tan admirada Europa. Lo mismo ocurre con la ley de memoria, la segunda después de la que se aprobó en 2007 y que trae consigo algunos avances importantes respecto de la anterior.

Aspectos como la declaración de ilegalidad del periodo franquista, la anulación de las condenas y, sobre todo, la asunción por parte del Estado de la búsqueda de los más de cien mil desaparecidos que todavía siguen tirados en cunetas o en fosas comunes por todo el territorio español.

Lo malo es que contra esta mentalidad aperturista de la izquierda choca la de la derecha, anclada al pasado, retrógrada y que se empeña una y otra vez en demostrar que no quiere mirar hacia delante. Su ridícula operación para que se siga hablando de ETA una década después de su desaparición y de su derrota, más que de la reparación de las víctimas franquistas es un ejercicio de distorsión y manipulación de lo que en el fondo significa la propia ley.

Sin duda, se trata de un nuevo acto de oscurantismo que, por desgracia, vivimos con cierta frecuencia, consistente en difuminar la realidad, colocando delante de los asuntos que no le gustan una nebulosa que tiene poco que ver con la verdad. Por eso es deplorable que esta ley haya sido denominada por ellos como “ley Bildu”, cuando la enmienda que tanto se discute, si se lee con calma y sosiego, posiblemente nadie se atrevería a ponerle una sola objeción. El problema no es la enmienda, sino quien la propone y los prejuicios que se tienen. No hay más que leer la exposición de motivos de la ley, para darse cuenta que se trata de una reivindicación clarísima de la transición.

Pero lo realmente triste, es que el PP ha perdido una nueva oportunidad para diferenciarse de Vox y alinearse con lo que cualquier partido conservador demócrata europeo ha hecho sobre estos asuntos de memoria en sus respectivos países.

Lo que subyace es un tremendo problema de fondo, porque es una cuestión de higiene democrática que sigamos abriendo discusiones ficticias sobre si las víctimas del franquismo tienen o no derecho a la reparación, a la memoria, y a poder ser enterradas con la dignidad que les quitaron en vida.

Publicado en PontevedraViva.com el día 22 de Julio de 2022


miércoles, 20 de julio de 2022

¿A qué vienen?

 András, 20 Julio de 2022

Las imágenes de los políticos visitando las zonas arrasadas por el fuego son lamentables. En el fondo hacen que se sienta compasión por ellos y los que le acompañan, y se acaba sintiendo lástima por unas personas que vienen a llevarse una bronca y van de un lado para otro, poniendo cara de circunstancias ante los insultos y la rabia de la gente. Donde gobierna el mismo partido ponen cara de póker. Y donde gobiernan partidos diferentes, se miran uno al otro con cara de traspasarse la responsabilidad.

Pero, ¿a qué vienen? ¿Qué buscan que no sea notoriedad y publicidad? ¿Es que van a tomar alguna medida o a ofrecer a los damnificados alguna solución en el momento? Nada de eso. No vienen a nada. Vienen a perder el tiempo. Vienen para hacer el paripé y que no se pueda decir que no han estado allí. Vienen para que los tertulianos políticos de cada color, no puedan decir que no han ido.

Se les llena la boca diciendo que han estado en el lugar de los hechos, que acompañan a la gente, que se solidarizan, ¿y eso de qué vale? Cuando luego salga la portavoz del Gobierno y se le pregunte por los incendios, podrá decir que el presidente estuvo en primera línea. Pero, ¿para qué estuvo? Al presidente del gobierno no se le necesita apagando fuegos. Se le necesita en otra tarea. Su papel es otro, y tiene lugar precisamente antes de que se produzcan los incendios.

La gente lo que quiere y necesita es que se tomen medidas antes de que estas cosas ocurran. Si realmente quisieran hacer algo, lo que deberían hacer es sentarse todos (gobierno y oposición) en una sala, y no salir hasta que no pactasen un documento con medidas de prevención para aplicar inmediatamente de cara al futuro. Pero eso no lo harán, y después de este mal trago, de esta visita incómoda, todo volverá a lo de antes.

Ellos a sus quehaceres de poilitiqueo ridículo, y los vecinos a la cruda realidad. A perderlo todo y a pelearse con la Administración por la subvención prometida por los que han venido a verlos pero que luego resulta imposible de obtener porque los requisitos son infinitos. En fin… como bien dicen por ahí, “si hay que ir se va, pero ir pa´na´ es tontería”. Pues eso, tontería es lo que hacen los que vienen pa´na´

martes, 19 de julio de 2022

¿Extinción o prevención?

 András, 19 Julio de 2022

Los incendios, como la Navidad, vuelven cada año. Sin embargo, a pesar de que se repiten, de las advertencias climatológicas de los expertos y de las altas posibilidades de que se produzcan, nunca hacemos mucho por evitarlos. Los esfuerzos se dedican a la extinción, pero la prevención brilla por su ausencia.

De una u otra forma, todos somos un poco responsables de lo que ocurre con este asunto, porque todos podemos hacer algo para prevenir y evitar desgracias. Aunque son los gobernantes quienes tienen la mayor responsabilidad porque, además de tener la obligación de adoptar las medidas preventivas necesarias, también cuentan con la posibilidad de la concienciación y la formación de la ciudadanía.

El problema es que no se trata de un tema electoralmente atractivo para ellos. Adoptar medidas preventivas a medio y largo plazo contra los incendios no da votos, como tampoco los da cualquier otro aspecto que no tenga un retorno inmediato en el tiempo. Los políticos funcionan con una mentalidad cortoplacista, y todo lo que no sea electoralmente rentable no interesa. Aunque vaya en contra del bien común. Es así de triste y así de cierto.

Al final, por los intereses partidistas de los gobernantes de turno, acabamos gastando más en extinción que en prevención, y entregando como parte del precio nuestro mejor patrimonio, que son los espacios naturales, a la vez que hipotecamos el futuro de las próximas generaciones. En definitiva, todo al revés.

Aunque quizás esta sea una forma muy catastrofista de analizar la situación, porque los incendios también son una oportunidad para que mucha gente haga negocio. Empezando por la industria maderera, que compra a precios más bajos, también los medios de comunicación, que llenan portadas y ocupan minutos y, por supuesto, para los propios políticos, que lo utilizan para atizarse cuando no están en el poder.


lunes, 18 de julio de 2022

Debate ninguneado

 András, 18 Julio de 2022

El debate sobre el estado de la nación no puede ser una cosa que se realiza de manera casi escondida y por la puerta de atrás. El debate sobre el estado de la nación tiene que ser algo que tenga lugar todos los años, en la misma fecha, no porque el gobierno de turno lo decida, sino porque sea una obligación por mandato legal. Un deber que tienen nuestros representantes de debatir sobre aspectos que nos afectan a todos y de dar cuentas ante la ciudadanía.

Pero como no existe una regulación específica, ni constitucional ni reglamentaria, el debate se desarrolla como cualquier otro debate parlamentario a petición del Gobierno. Por eso debería de aprobarse una ley que regule cuándo, cómo y de qué forma se realice cada año.

Como no es así, queda a elección del gobierno que en cada momento tenga la responsabilidad el convocarlo o no, cayendo en la tentación de convertirlo en un acto político según la conveniencia de cada uno. En el mes de julio, con la gente de vacaciones y con más ganas de descanso que de otra cosa, no es el momento. Salvo que lo que se pretenda sea pasar desapercibido.

Ahora bien, igual de criticable es la interesada elección de la fecha por parte del presidente del Gobierno, como lo son las bancadas vacías cuando los que hablan no son los de uno. Sus señorías desaparezcan de sus escaños cuando creen que la cosa ya no va con ellos, dejando una imagen lamentable del hemiciclo. Se equivocan, la cosa siempre va con ellos, hable quien hable, porque todos son representantes legítimos de la ciudadanía, y ningunearlos es hacerlo con quienes les han votado y les pagan el salario.


domingo, 17 de julio de 2022

Castigo divino

 András, 17 Julio de 2022

Moreno Bonilla acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de “hacer negocio con la desesperación de la gente” en unas declaraciones que, sinceramente, no cuadran con su aparente talante pausado y conciliador. En realidad, lo que hizo fue repetir lo que ha había hecho su jefe, cuando afirmó que el Gobierno se estaba “forrando” gracias a la subida de los precios. 


Cuando un dirigente que representa una institución del Estado, un empleado público, que cobra de los presupuestos generales que alimentamos entre todos, dice una barbaridad como esta sin sonrojarse, debería caerle un castigo divino del cielo, sobre todo a estos que son, supuestamente, creyentes y comulgan con ruedas de molino. 


Tanto Moreno como Feijóo saben que tales afirmaciones son una falacia, saben que, a pesar de que es evidente que el Estado (no el Gobierno) recauda más por la subida de los precios, también lo es que las comunidades autónomas se ven beneficiadas por ese incremento de precios debido, sobre todo, al aumento en la recaudación del IVA. 


Es decir, el Estado no es solo el Gobierno central, y hay gobiernos autonómicos que se frotan las manos porque ingresan más por la parte que les toca del IVA, a la vez que arremeten contra Sánchez por no bajar los impuestos. Es lo que tiene la política, que se puede decir lo que a uno le viene en gana sin que le interpelen ni tenga que demostrar nada. Y si algún periodista que quiere ejercer su profesión pregunta, se pasa palabra y punto.


viernes, 15 de julio de 2022

La precariedad en la Sanidad Pública

 András, 15 Julio de 2022

¿Recuerdan aquello tan manido de la temporalidad cuando se habla de la calidad del trabajo en España? Pues sepan que el mayor incumplidor es el propio Estado español. Concretamente, en la rama sanitaria hay más de 67.000 profesionales con contrato temporal, lo que eleva al 40% la eventualidad en la sanidad pública. ¿Se imaginan, por un momento, qué dirían algunos si estos datos perteneciesen, por ejemplo, a una conocida multinacional del textil?

El caso es que, para tratar de arreglarlo, el Gobierno acaba de materializar mediante Decreto una ley que ya se aprobó el año pasado, y que supondrá el fin de la precariedad laboral de estas personas, a la vez que tratará de sentar las bases para que no vuelva a ocurrir en el futuro. De entrada, no parece nada malo. Es lo justo, y además viene a aportar una mayor estabilidad a los profesionales que se encargan de nuestra salud.

Sin embargo, no todos lo ven igual. Sobre todo en la derecha, que tienen la fea costumbre de restar mérito a todo lo que no hacen ellos. Esta vez, le reprochan al Gobierno la tardanza en la aplicación de la medida pero, intencionadamente, olvidan que en el año 2016 gobernaban ellos y que, pudiendo haberlo arreglado, no hicieron nada. Por tanto, si ahora lo único que quieren ver es que el PSOE se anota un tanto que no le corresponde, en sus manos estuvo evitarlo y apuntárselo ellos.

En definitiva, más allá de las típicas e improductivas luchas partidistas, lo importante es tratar de resolver la eventualidad en el sector público porque, en sí misma, es contraria a lo que significa el servicio público, donde lo que debe primar es el funcionario quien, ajeno a los vaivenes políticos, tiene un puesto fijo precisamente para que la maquinaria del Estado funcione, gobierne quien gobierne, sin que se produzcan altibajos ni cambios en el servicio.

Cuidemos pues nuestro sector público, sobre todo el sanitario. Pongamos a su servicio los medios y los recursos necesarios. Paguémosles como se merecen porque ya han demostrado con creces su profesionalidad y su vocación. Exijámosles, pero démosles también lo que necesitan.

Pero, sobre todo, dejemos de hacer política con las cosas importantes, hagamos lo antes posible un gran pacto sanitario con los principales partidos para que no haya incertidumbre cada vez que hay un cambio de gobierno. Y después de esto, ya se pueden dedicar a hacer politiqueo con las cosas superfluas.

Publicado en PontevedraViva.com el día 15 de Julio de 2022


miércoles, 13 de julio de 2022

Feijoo agorero

 András, 13 Julio de 2022

En el momento en que España empieza las vacaciones, en el momento en que todos, hartos de la pandemia, de las restricciones, de llevar tanto tiempo encerrados y sin poder disfrutar un poco de la vida, estamos deseosos de tomar unos días de descanso físico y mental. En ese momento justo en el que las fiestas de los pueblos nos hacen volver a sentirnos de nuevo con ganas de vivir, aparece Núñez Feijoo para hacer de agorero, enfriar el ambiente y erigirse como el adivino que nos tira el jarro de agua fría por encima.

Con la voz engolada y un acento castellano impostado que no cuadra con su origen, Feijoo ha pronosticado poco menos que el fin del mundo, anticipando una abismal crisis económica y dando por hecho que en la segunda mitad del año todo va a ir a peor.

Porque dónde la vicepresidenta Calviño solo ve “trimestres complejos”, o dónde el presidente del Gobierno atisba una “crisis a las puertas de Europa”, Feijoo no solo la ve de pleno en España, sino que además la percibe profundísima.

Advertir de lo que está por venir, en el caso de acertar, le permite aparecer ante la opinión pública como el hombre que se anticipó y apercibió al Gobierno de lo que nos venía encima sin que éste le hiciera caso. Sin embargo, al mismo tiempo, estar todo el tiempo proclamando el final del mundo, tiene el riesgo de ser visto por la misma opinión pública como el agorero que en el fondo desea que ese hundimiento se produzca.

Corre, además, el riesgo de que se le eche en cara una famosa frase de su colega de partido, el ínclito Montoro, que dijo aquello de “que caiga España, que ya la levantaremos nosotros”. Es decir, el peligro de aparecer como quien desea el hundimiento con el único interés de recuperar el poder.

Es cierto que al PP le funciona el discurso económico, que consiste en decir que todo va peor de lo que parece y que Sánchez lo que hace es mirar para otro lado. De nade importan los decretos aprobados por el Gobierno con un montón de medidas paliativas cuando las únicas que importan son las que dice el PP.

viernes, 8 de julio de 2022

Repartamos las pérdidas

 András, 08 Julio de 2022

Uno de los deberes del ciudadano es exigir al Gobierno que gobierne, y entre las funciones de gobernar, está la de hacer todo lo que esté a su alcance para minimizar los efectos de la inflación en la ya maltrecha economía de las familias. Para eso están ellos, para gobernar, y para eso estamos nosotros, para exigir un buen gobierno.

Sin embargo, cierto es que no ha habido un solo gobierno que haya hecho su trabajo pensando única y exclusivamente en la ciudadanía, que todos han priorizado los intereses partidistas, antepuesto los resultados electorales y adoptado medidas con la calculadora de los votos en la mano. De no ser así, muchos asuntos que se han cronificado, a estas alturas tendrían alguna solución.

Como el de los precios de la energía, carburantes y electricidad, donde es evidente que no hacen todo lo que pueden. Posiblemente haya aspectos de calado que se nos escapen, condicionantes que no permitan a un gobierno aplicar las políticas que pudieran beneficiar a la mayoría. Pero entonces, si es así, mienten cuando, estando en la oposición, nos prometen lo que no pueden cumplir. Y si no es así, significa que ahora no hacen todo lo que pueden. Habrá un poco de todo…

Lo que es evidente es que hay empresas que nunca pierden. Puede que ganen menos, pero perder no pierden nunca. No hay más que echar un vistazo a sus valores en bolsa. Siempre están en verde, con mayor o menor crecimiento, con uno o dos dígitos, pero siempre en verde, lo que significa que la crisis no les causa los mismos efectos que a la mayoría de las empresas.

Incremento de impuestos, control de precios, tope a los beneficios, son algunas medidas que a cualquiera se lo ocurren a bote pronto. Por no hablar de aprovechar la circunstancia para ejercer un mayor control sobre la factura, la forma de medir los consumos o, simplemente, que nos cobren por lo que realmente consumimos y no orientativamente.

Pero, de todo esto, no se hace nada. ¿por qué? ¿Cuál es el miedo? ¿Qué hay detrás que desconocemos? ¿Por qué los ciudadanos corremos con todos los costes que supone la reducción potencial de beneficios para estas empresas?

Cualquier medida que les afecta, va acompañada de algún tipo de contraprestación. Si se aplica un descuento, siempre es en diferido, y acabaremos devolviéndoselo cuando la situación mejore; y si se aplican descuentos será a cargo del erario público, nunca a costa de su cuenta de resultados.

Por tanto, dejémonos de monsergas, tratemos a estas compañías como cualquier otra, y si estamos en un momento de crisis, donde toca perder, perdamos todos. Pero ojo con confundirnos, porque este asunto ya ha estado en manos de otros gobiernos y ninguno ha hecho nada diferente. Por tanto, no nos dejemos engañar por quienes prometen lo que los de ahora no cumplen. 

Publicado en PontevedraViva.com el día 08 de Julio de 2022


viernes, 1 de julio de 2022

Alternancia democrática y cura de humildad

 András, 01 Julio de 2022

Ganó el PP en Andalucía con una mayoría absoluta que, a pesar de entrar dentro de lo previsible, no deja de ser extraordinario. Un resultado que ni el propio partido había soñado en sus mejores augurios. Arrasó a costa de Ciudadanos, que firmó su defunción, y del PSOE, que ha encajado la mayor derrota en la región desde que hay democracia.

En efecto, el de Andalucía no es un resultado cualquiera. La goleada de la derecha ha sido transversal, captando votantes que, sintiéndose de izquierdas, no se ven representados por el partido que lidera Pedro Sánchez, en un fenómeno que debería servirle para reflexionar y sacar conclusiones válidas para el futuro.

Pero no lo hará, porque como todos los buenos perdedores en política, no quieren ver la realidad, prefieren esconder la cabeza y engañarse a sí mismos. Por eso achacan la debacle a la baja participación en lugar de preguntarse porqué, los votantes socialistas, se sienten tan poco atraídos por su proyecto. ¿No es esa, acaso, una responsabilidad del partido?

El PSOE no va a hacer autocrítica, sobre todo, porque el descalabro no es responsabilidad única del candidato andaluz. Hay que apuntar más arriba, y señalar al secretario general del partido, que lleva tres fracasos en las últimas citas autonómicas y está acumulando un serio problema de crédito público.

Es lamentable que todo lo que tengan que ofrecer como análisis de los resultados sea la declaración vengativa de Adriana Lastras, dando la espalda a los hechos, restando importancia a lo ocurrido, presentando a los andaluces como gente que no sabe lo que vota y afirmando que el mérito de Moreno Bonilla se lo debe a Pedro Sánchez porque ha tenido la infinita generosidad de enviar dinero de los fondos europeos a Andalucía.

Si este es el profundo estudio que hacen de la situación, entonces podemos tener la absoluta certeza de que están donde deben estar. En la oposición, para reconstruirse y volver a presentarse cuando estén preparados y hayan recuperado la humildad que perdieron por tantos años de rodillo.

La realidad es que al PSOE ya no le funciona la permanente invocación al fantasma de la ultraderecha, ni la caricatura que hace de la derecha. Ni siquiera la triunfalista exposición que permanentemente hace el presidente de sus propios méritos. Para volver a ser creíbles, hay que hacer algo más que asustar a la gente. Hay que convencer, y para convencer, hay que creer.

El sorpasso del PP al PSOE en Andalucía constituye un acto de higiene democrática, de necesaria alternancia en una región en la que llegaron a creer que el poder era hereditario. Harían bien en ver las cosas cómo realmente son, sin tapujos ni paños calientes, tratando de asumir la realidad que supone que los andaluces hayan preferido al PP o, de lo contrario, van a estar en la oposición tantos años como antes gobernando. Sin duda, una buena cura de humildad.

Publicado en PontevedraViva.com el día 01 de Julio de 2022