jueves, 31 de diciembre de 2015

Está legitimado

Pontevedra, 30 Diciembre de 2015

Si yo fuera Pedro Sánchez dejaría gobernar al PP para que se hundiera en su propia necesidad de llegar a acuerdos en cada ley que quisiera aprobar. Sin embargo, el Secretario General del PSOE es muy libre de intentar formar un gobierno de coaliciones si Rajoy no lo consigue primero. Para ello tiene dos razones contundentes. Una, no fue votado para entregar el gobierno a la derecha; y dos, está legitimado para intentarlo. El problema es que Sánchez tiene a buena parte del partido en contra y no por el posible pacto con Podemos, sino por luchas internas por el poder.

No pueden permitir que el que llegó al partido en un momento de transición y al que apenas le daban dos días de vida política, pueda estar ahora a las puertas de formar un Gobierno. Sería un Gobierno complicado, pero a la postre, Gobierno.


Susana Díaz no cogió el partido cuando pudo, pero ahora que ve que el que parecía un cadáver político puede revivir, se echa encima de él para reclamar su cuota de poder. En el fondo lo que ansía, a pesar de que lo niega, es el poder del partido. Y como ella todos los presidentes es autonómicos socialistas que niegan a Sánchez lo que muchos de ellos han hecho para alcanzar el poder en sus autonomías: pactar.

Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 30 de Diciembre de 2015

domingo, 27 de diciembre de 2015

Pensamientos desde TAPEDELLO (52)

Pontevedra, 27 Diciembre de 2015

Todos son de derechas

Después de repetir Albert Rivera hasta la saciedad que el futuro de España no pasa por un Gobierno liderado por Mariano Rajoy, ahora dice que para facilitar la gobernabilidad deberían apoyar al PP, e incluso llegó a pedir un pacto a tres con el PSOE. Yo apuesto que finalmente acabará votando a favor de un gobierno liderado por Rajoy. Al fin y al cabo, los dos son de derechas.

Hasta en la sopa

Hasta en la sopa nos vamos a encontrar al ínclito Arenas. ¿Cuántas veces ha salido al balcón de Génova? Es el último de los mohicanos peperos que se mantiene ahí chupando del bote público.

Constitucionalistas

¿Por qué Albert Rivera habla de partidos constitucionales cuando se refiere al PP y al PSOE además de ellos mismos? ¿Es que los partidos que quieren modificar Constitución no lo son?

Hoy es el día

Los 3.500 afiliados de la CUP deciden hoy si apoyan la investidura de Artur Mas en el Parlamento de Cataluña. Después de tres meses sin gobierno, la investidura de Mas depende de 3.500 antisistema. Fantástico, ni Berlanga lo hubiera escrito mejor. La derecha moderna catalana, con un toque progresista se baja los pantalones para rogar el apoyo de los antisistema solo por mantener en el puesto a Mas. En todo caso, Cataluña vuelve a la primera plana de la actualidad informativa.

La lista más votada

Si el PP repite una y otra vez que debe gobernar la lista más votada, obviando que estamos en una Monarquía Parlamentaria en la que los partidos presentan candidatos para formar gobierno, y éste es elegido por los Diputados, ¿por qué no es coherente con sus ideas y permite la investidura de Más en Cataluña, que lidera la lista más votada en las últimas elecciones autonómicas?

¡Menudo apoyo!

Pedro Sánchez intenta convencer a los barones de su partido de que le apoyen en un hipotético pacto de gobierno con Podemos. Y parece que no lo tiene fácil. Curiosamente, el apoyo más fiel le llega de Besteiro. Aunque la verdad, no creo que lo mejor para el Secretario General del PSOE sea recibir apoyos de un cuádruple imputado.

El único

El único líder político que ha mostrado su decepción por los resultados obtenidos en las elecciones generales ha sido Alberto Garzón, reconociendo que no habían alcanzado los objetivos marcados, que eran obtener el 5% de votos para poder optar a un grupo parlamentario propio. Todos los demás, han ganado, como siempre.

Alberto Garzón fue el único líder político que reconoció los malos resultados en las elecciones.




viernes, 25 de diciembre de 2015

El discurso del Rey

Pontevedra, 25 Diciembre de 2015

Como cada Nochebuena, el Rey sale por televisión para ofrecernos un discurso que otrora, era de felicitación navideña y que en los últimos años ha cogido un tinte más político que nunca. Este ha sido el segundo discurso de Felipe VI, y la verdad, a pesar que me separa de él la concepción de la jefatura del Estado, atribuido a una persona por herencia en lugar de hacerlo por el poder de las urnas, tengo que reconocer que, ahora mismo, en la escena política española, es de las pocas personas que dicen cosas sensatas. Al menos las personas que le escriben los discursos, lo hacen. Quiero creer que él tiene mucho que ver en todo ello. Lo que no se le puede negar es intención.  Más allá de estar o no de acuerdo con lo que dice, lo que transmite es seguridad y ganas de convencer. Se ve que cree lo que dice, y eso, a estas alturas, ya es mucho.  

Como no podía ser de otra forma, y ante la situación política que nos han dejado las urnas la semana pasada, el discurso de este año se ha centrado en un llamamiento al diálogo y el entendimiento y aunque Cataluña no ha sido nombrada explícitamente durante todo el mensaje, ha sido uno de los temas protagonistas de manera implícita.

Felipe VI no se anduvo con rodeos a la hora de señalar la difícil situación en la que vivimos y apeló a la unidad dentro del marco constitucional que nos une y en la que, según sus propias palabras “caben las distintas formas de sentirse español”.

Ahora saldrán todos los líderes políticos a decir lo que dicen todos los años el día 25, que el Rey estuvo muy bien, que tiene razón en lo que dice y, en definitiva, arrimando el ascua del discurso a su propia sardina. Pero esta vez no les valdrá con palabras, sino que deben demostrarlo con hechos, y poner en práctica el discurso del Rey que les ha marcado un rumbo claro. Que aprendan nuestros políticos, sobre todo algunos, que no entienden que se pueda ser español pero con sensibilidades diferentes.

En esta ocasión el lugar elegido para el discurso fue el Palacio Real, sin duda con la intención de dar una mayor solemnidad de la unidad y poder de España.




Ya es primavera


Pontevedra, 25 de Diciembre de 2015


Con la llegada del solsticio de invierno, llegó la primavera al Congreso de los Diputados, donde ha florecido la mayor pluralidad en la historia de la democracia. Una pluralidad que deberá reflejarse en una altura de miras suficiente para que los líderes políticos hagan política de verdad. Política y pactos, que son necesarios para que todo este proceso no termine en unas nuevas elecciones a corto plazo.

Los ciudadanos han hablado en las urnas, y lo que han dicho es que quieren que los políticos se pongan de acuerdo para gobernar. No es cierto eso que dicen algunos de que la gobernabilidad sea imposible y que la única salida pasa por la convocatoria de elecciones anticipadas. Lo que han dicho los ciudadanos es que quieren un gobierno de consenso, de pacto, de acuerdos, de negociación. No quieren un gobierno que actúe como un rodillo imponiendo y gobernando por decreto, sino un gobierno de todos para todos. Por tanto, gobernar es posible, pero negociando. Ahora sabremos realmente la talla que dan nuestros representantes, y si piensan más en los intereses generales que en los partidistas.

Pero para hacer política hay que tener talante negociador, tratar de acercar posturas y ceder. ¿Será capaz el PP de ceder? ¿Va a utilizar a Mariano Rajoy como negociador con otros partidos para tratar de conseguir un pacto que le lleve de nuevo al poder?

En estas elecciones se ha demostrado que era mayor el voto oculto que el voto indeciso. Así lo ponen de manifiesto los resultados del PSOE, que a pesar de ser los peores del partido en la historia de la democracia, el destino les tenía guardado un papel decisivo en el futuro del país. Y también los de Ciudadanos, que no han al an alcanzado, ni de lejos, las expectativas que esperaban. Parece claro que la pelota ha caído en el tejado del PSOE, que pasa a desempeñar un papel preponderante en el futuro político del país.

Tiene varias opciones, y deberá escoger bien, porque de esta decisión dependerá en buena parte su futuro. Quizás, de todos los caminos posibles, el más seguro sería abstenerse en la segunda votación para permitir que gobierne el PP obligándole a llegar a pactos y acuerdos en cada ley. De esta forma actuarían con la lealtad institucional y democrática que se espera de un partido con tradición de gobierno y respetarían el mandato de los ciudadanos de gobernar con acuerdos.
El PSOE tiene que optar entre esta opción o buscar alianzas de izquierdas, liderando un proyecto progresista que, de salir mal, acabaría con Podemos ocupando el lugar del PSOE. Si hay elecciones anticipadas el PSOE sería absorbido prácticamente por Podemos.


Un apartado especial merece Ciudadanos, que ha sido el gran derrotado de los perdedores. Rivera se las daba de gran líder y presumía de que jugaría un papel clave en los futuros pactos post-electorales. Las encuestas le auguraban unos grandes resultados hasta que unas cuantas meteduras de pata con la ley de memoria histórica y la violencia machista hicieron que los ciudadanos los viesen como lo que son, la nueva derecha. Por no hablar de algunos de sus candidatos regionales que parecen todo menos eso, candidatos al Congreso. A Ciudadanos no ha sido necesario verlos gobernar para darnos cuenta de que son las auténticas Nuevas Generaciones del PP. Ahora, Rivera, al que se le llenó la boca diciendo que el futuro del país no pasaba por Rajoy dice que se abstendrá para facilitar su investidura. Y no se conforma con eso, sino que le pide al PSOE que haga lo mismo. Que sepa el señor Rivera que el PSOE ha metido muchas veces la pata, y todavía le queda muchas que meter, pero es un partido con una larga tradición democrática que ha traído a este país los mayores avances sociales que ha vivido desde la segunda república. El PSOE hará lo que tenga que hacer, pero no porque se lo pida un recién llegado de derechas.

Publicado en PontevedraViva.com el día 25 de Diciembre de 2015


martes, 22 de diciembre de 2015

¿A qué juega occidente?

Pontevedra, 22 Diciembre de 2015

¿A qué juega Occidente? ¿A qué juegan los gobernantes europeos? Cuando el yihadismo golpea duro como hace poco tiempo en París, el mundo civilizado se conmueve, decreta que nos han declarado la guerra y lo conmemora hasta en los estadios de fútbol.


La Rusia de Putin ha puesto sobre la mesa el cinismo general de cómo Turquía esa comercializando y negociando con el petróleo del estado islámico y ha presentado pruebas acusando a Erdogan de enriquecerse con el ilegal e infame negocio del petróleo de los yihadistas del Daesh. Cantidades industriales de petróleo, ha dicho el ministro ruso, circulan tranquilamente en centenares de camiones rumbo a Turquía. Ni los bombardean ni les impiden el paso en toda su ruta, ni los del estado islámico (lógico por otra parte) ni los de la coalición internacional que lucha contra ellos. Si hay algo claro es que la principal fuente de ingresos del estado islámico es el petróleo, y también está claro que Turquía es miembro de la OTAN. ¿De parte de quien está Turquía en realidad? Y sobre todo, ¿a qué juega Occidente mirando para otro lado?