domingo, 8 de febrero de 2015

Susana Díaz, más de lo mismo

Pontevedra, 7 Febrero de 2015


La presidenta andaluza, esa que muchos se atreven a señalar como la gran lideresa en la sombra del PSOE, y como la mejor dirigente política socialista desde Felipe González, acaba de realizar un acto de desvergüenza política con la consiguiente bofetada a todos los andaluces. Poco antes de disolver la cámara autonómica, consecuencia del adelanto electoral, y ante la posibilidad de que tres diputados socialistas se quedaran temporalmente sin fuero, la presidenta los ha incluido como miembros de la diputación permanente para protegerlos ante posibles citaciones por parte de la jueza Alaya, ya que los tres están como “preimputados” (según palabras de la propia jueza) en el caso de los ERE fraudulentos. Es lo que podemos llamar el “bypass del aforamiento”. Un acto de ingeniería política para proteger de la justicia a tres amiguetes

Es cierto que no están todavía imputados, pero tienen más que temer que yo en el caso de los ERE. No hay que condenarlos antes de tiempo, por supuesto, y se les supone la presunción de inocencia, pero de ahí, a blindarlos con tal descaro, hay un trecho. Con ello trata de obstruir el trabajo de la justicia, y lo hace de una forma legal, pero inmoral. ¿Es esto la famosa colaboración con la justicia de la que nos hablan? ¿Está de acuerdo el Secretario General, al que se le llena la boca de tópicos de manual cuando habla de la corrupción? 

¡Sálvese quien pueda! parecen gritar en el PSOE. Y Pedro Sánchez saltó por la ventana pero cayó en brazos de Pablo Iglesias.

Publicado en LA VOZ DE GALICIA el 8 de Febrero de 2015

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