András, 28 noviembre de 2025
La derecha española está llena de complejos que le impiden, siquiera, mantener un cierto parecido con los conservadores europeos.
Esta especie de trastorno mental que sufren, les llevan en numerosas ocasiones, a confundir la ideología y la defensa de unos ideales, con el desarrollo personal de cualquier individuo. Así, por ejemplo, la posibilidad de que alguien, por el hecho de ser de izquierdas, pueda triunfar en la vida, les provoca un cortocircuito cerebral.
Tener éxito, ganar dinero, disponer de poder e influencias, ser corrupto o defraudar a hacienda, por ejemplo, no son cosas de izquierdas o de derechas. Son actitudes individuales de cada persona, acciones transversales a toda la sociedad, y no tienen nada que ver con la ideología.
Pero esto es algo que desde la derecha no quieren entender, quizás por esa manía que tienen de separar a la gente en bandos.
Por el contrario, se han apropiado de ciertos valores con la intención de desprestigiar a quienes, defendiendo ideas diferentes, pudieran compartirlos.
Por ejemplo, desde siempre, tener dinero ha sido cosa de ricos, de gente de derechas, y los hijos de los pobres no podían alcanzar cierto nivel, tenían un techo de cristal sobre sus cabezas que los limitaba.
Esa mentalidad ha permeado en los cerebros de la gente desde siglos, y es muy complicado de cambiar. Afortunadamente, una cosa son los eslóganes partidistas y otra muy distinta la realidad. Así, hoy en día, cualquiera puede tener acceso una buena formación y alcanzar un trabajo de enorme responsabilidad que le permita tener éxito, poder y una economía holgada.
Pero, para la derecha, eso es algo que todavía no acaban de entender y, en cierto modo, aceptar. Su cerebro gripa cuando alguien de de izquierdas posee potencial económico. No entienden porqué pueden tener una buena casa, disfrutara de ciertos lujos o llevar a sus hijos a colegios privados.
No utilizan el mismo baremo cuando, por ejemplo, a los de derechas que voten en contra de la ley del divorcio se agarran a ella como lapas, o los que, habiendo votado en contra del matrimonio igualitario, se casan.
Es la típica doble vara de medir de la derecha, que no soporta que la gente de izquierdas pueda triunfar en la vida, el sectarismo que les invade no les permite aceptar ciertos avances de la sociedad ¿Qué tendrá que ver tener dinero para defender la igualdad de oportunidades de quienes no lo tienen? Eso es, precisamente, hacer política, defender la igualdad de oportunidades.
La defensa de la sanidad pública, la educación pública, los salarios dignos, las jornadas de trabajo que permitan compatibilizar la vida privada y la profesional, dotar de derechos a las minorías, etc... eso sí es ideología, y son parte de la esencia de la izquierda, que presenta iniciativas y aprueba leyes cuando está en el poder. Todo lo contrario de lo que hace la derecha, que están en contra de todo.
Ir a un colegio privado debe ser una elección individual, un derecho al que optar. El problema, es que la derecha niega ese derecho a la gente con menos recursos, desmantelan lo público y obligan a la gente a pagar para obtener una formación.
Publicado en PontevedraViva.com el día 28 de noviembre de 2025

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