Pontevedra, 14 Abril de 2019
Casado es una fuente inagotable de noticias para los periodistas. Da para mucho y no hay tema en el que no deje una perla. Cada día nos regala una nueva boutade. Reconozcamos que él ya es bastante radical, pero además le ha tocado competir con Vox y se ve obligado a igualar, e incluso superar, a su ex compañero de partido, Santiago Abascal. Algo que tampoco es baladí, recordemos que hasta hace poco eran compañeros y es de suponer que compartían ideario.
Con el tema de la inmigración se ha lucido. Proponer que se den papeles a las mujeres inmigrantes que entreguen sus hijos en adopción en España es algo realmente muy duro de escuchar. No me imagino ya de decir. ¿De verdad que no hay nadie a su alrededor que frene a este hombre? ¿Cómo se puede decir tal burrada? Le faltó decir que se puede colocar un cartel en África que anuncie papeles a cambio de hijos. Imagino que también pretenderá que las familias a las que se entreguen los niños inmigrantes sean católicas, apostólicas, romanas y de derechas. ¡Por favor!
Casado propone salvar a los pobres negritos poniéndolos en manos de familias tradicionales españolas de toda la vida. Aquellas que eran machistas, donde la mujer tenía un papel secundario y el hombre era el que mandaba. Seguro que también tiene pensado recuperar el Domund, la vieja caridad cristiana española, para ponerla nuevamente al servicio de los pobres salvajes africanos, incultos y descarriados de la ley De Dios.
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