Pontevedra, 01 Mayo de 2019
Casado está muy lejos de poder presidir un gobierno. No solo porque ahora mismo está a años luz de alcanzar una mayoría social que lo respalde, sino porque ha demostrado una formidable falta de estrategia política, ha errado en casi todas sus decisiones importantes y se muestra como un líder frágil y poco fiable. Exagera en sus mensajes, miente con frecuencia y abusa de la hipérbole. Su locuacidad le ha jugado muy malas pasadas, ha nombrado a ciertos candidatos autonómicos con una clara intención de girar a la derecha, eliminando del panorama a nombres ilustres del partido que eran identificados con las instituciones para colocar a gente como Díaz Ayuso o el padre de Mariluz.
Casado se abrazó al populismo, pretendía conseguir el voto fácil de la gente que no piensa mucho. Se tiró a la derecha y quiso competir con quién no debe ser su competidor, la extrema derecha. Este ha sido, sin duda, el mayor error de todos, porque los votos se le han ido a Ciudadanos.
En fin, una retahíla de errores que ha llevado al partido a donde lo han situado los electores, a ser casi la tercera fuerza nacional. Ahora, queriendo reconocer (a medias) el error, dice que va a girar al centro. ¿Y dónde quedan sus principios? Si radicalizó el mensaje, se echó a la derecha, ¿no era por creencias? Y ahora, de repente, ¿quiere de nuevo girar al centro? ¿Quién le va a decir a Casado que los partidos políticos no son comunidades de vecinos?. Casado se equivocó y ahora dice que mejor son de centro y ya cree que así lo arregla todo, ¿pero no se entera de que no es creíble? ¿Qué pensarán quienes le votaron porque se creyeron el mensaje anterior?
Por el propio bien del PP y de España, necesitamos un partido centrado, moderado, que defienda tesis creíbles, que se aparte de radicalismos y que venda cosas concretas. Lo que pasa que para conseguir todo esto, lo primero, me temo, va a ser el cambio de líder por uno más fiable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario