Pontevedra, 27 mayo de 2019
La de ayer fue una noche fantástica para los aficionados a la política en general, y a los procesos electorales en particular. Municipales, autonómicas, europeas, un auténtico buffet de elecciones para los muy aficionados. La de anoche era una de esas noches para los muy aficionados. En Canarias llegaron a poner hasta cinco urnas diferentes. En fin, un auténtico festín.
Y el de hoy es el día de la resaca, de la digestión de los resultados electorales. La conclusión más destacable de las europeas es la victoria sin precedentes del PSOE, que le permitirá liderar por primera vez en la historia al grupo socialdemócrata de la Eurocámara. Y todo ello en unos comicios con una elevadísima participación, la segunda mayor de la historia, lo que demuestra que las altas participaciones benefician claramente a la izquierda en España.
Y otra conclusión importante es el papel que Sánchez puede jugar en Europa a partir de hoy, que refuerza su liderazgo, aunque no tanto quizás por su fortaleza sino más bien por la debilidad de otros y por el alza de los extremismos de corte de ultra derecha en otros países europeos.
El caso es que el presidente español tiene liderazgo, pero tiene que quiere ejercerlo. Por ahora lo que sabemos es que España está en una situación en la que puede influir, pero no basta con poder, hay que querer. Y eso es un trabajo lento pero continuo, y exige que el grupo parlamentario socialista en el parlamento europeo quiera liderar, quiera formar parte de las comisiones importantes, que proponga iniciativas, que tomen decisiones, etc… El marco se presenta para que España ejerza un cierto liderazgo y, como dicen los políticos, incremente su peso en Europa. A ver si lo saben aprovechar porque será bueno para la nación.
Respecto a la resaca de la selecciones autonómicas y municipales, se surgen tres dudas que espero ver pronto respondidas:
¿Facilitarán el PP y Ciudadanos la entrada de Vox en los gobiernos locales y autonómicos allí donde Vox exija esa condición para facilitar gobiernos del Partido Popular?
¿Sufrirá Ciudadanos algún tipo de desgaste por su negociación a la derecha y a la izquierda?
¿Tiene todavía Pablo Iglesias fuerza política para seguir reclamando entrar en el Gobierno de Pedro Sánchez tras la nueva debacle en estas elecciones o, por el contrario, debería renunciar?
¿Debe el PSOE aplicar sordina al deseo expreso de sus seguidores cuando en la noche electoral de las generales le gritaron a Pedro Sánchez “con Rivera no”?
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