Pontevedra, 30 Abril de 2019
Ha nacido un nuevo tripartito, uno de derechas, muy de derechas, formado por el PP, Vox y Ciudadanos. El PP está encantado porque Ciudadanos ya les ha prometido que pactarán con ellos sin condiciones, y Vox les hacen el juego sucio, diciendo lo que ellos piensan pero no se atreven a decir. La derecha y la ultraderecha, conjuntamente con los camaleónicos de Ciudadanos siempre se van a juntar, y si la izquierda quiere ser alternativa en el futuro, debe centrarse en hacer propuestas, en tener un discurso progresista, creíble y serio.
El nuevo tripartito comparte ideario, de hecho PP y Vox hasta ayer eran lo mismo. Y Ciudadanos ya hace tiempo que se ha quitado la careta. Al PP le contiene Vox la riada de votos perdida en los últimos tiempos y los utiliza para recuperar la parte del electorado perdido por sus años de corrupción política y robos masivos.
El auge de la ultraderecha no se debe solo a problemas económicos y de pérdidas de derechos, el asunto catalán afecta muchísimo y el PP, que gobernaba cuando los independentistas catalanes declararon la independencia unilateral, y no dio la repuesta contundente que muchos votantes querían. La sima que el process ha abierto en la sociedad y en la política española es brutal y tardará años en coserse, pero no creo que con la mano dura que propone la derecha se logre nada.
La derecha española no tiene escrúpulos y no le importa apoyarse en los votos de la ultraderecha para alcanzar el poder. En otros países de Europa hemos visto cómo han tardado meses en llegar a un acuerdo precisamente para no aceptar las pretensiones de la ultraderecha. Pero aquí no ocurrirá lo mismo porque Casado y Rivera ansían gobernar por encima de todo, e irán tanto a la derecha como necesiten.
A pesar de todo, lo cierto es que el tripartito de derechas es legal y legítimo y que cualquiera puede pactar con quien quiera. Otra cosa es lo que puede salir de ese pacto y cómo le puede afectar a los ciudadanos. Después de años sin tener con quien pactar, el PP ya tiene por fin socios de viaje. Ha todo que escindir una parte de sí mismo, pero por lo menos tiene socios.
¿Quién duda de que este tripartito se repetirá en todos aquellos sitios donde cuadren los números? De momento tendrá que ser en Comunidades Autónomas y municipios, porque en el Estado ya han sufrido el primer revés.
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