domingo, 9 de junio de 2019

Y Rafa que, ¿otra vez campeón en Paris?

Pontevedra, 09 Junio de 2019

Otra, y las que quiera. Porque Rafael Nadal ya es una leyenda del tenis mundial, pero puede seguir engrosándola todo lo que él quiera. O eso es lo que parece. La de hoy fue otra de esas tardes inolvidables de tenis para que Nadal sumase su 18º Grand Slam, y se le acerca a los 20 de Roger Federer y le aleja de los 15 de Novak Djokovic.

Cuando él y el austriaco Dominic Thiem, salieron a la pista, su rival ya sabía que no iba a poder ganar. Rafa se sentó en su banquillo y arrancó su ritual habitual. Coloca las raquetas, bebe, sitúa los botellines en diagonal, vuelve a beber. Thiem le contempla, y casi 15.000 parisinos hacen lo mismo. Todos saben que el que lleva la camiseta amarilla es el dueño y señor del torneo, que sin él no sería lo mismo, y que hasta que él lo decida, no habrá otro ganador.

La Philippe Chatrier parece el palacio de la ópera, y el que marca el ritmo, el que impone el tono, el que dice que partitura se interpreta es el maestro Nadal, el amo de Paris, que no ha dejado escapar la oportunidad de seguir haciendo historia. Por decimosegunda vez ha mordido la Copa de los Mosqueteros dejando en el palmarés un extraordinario récord que, difícilmente, parece que pueda superarse alguna vez.

Inolvidable, eterno, mágico, leyenda, invencible, se acaban los calificativos en la prensa mundial para Rafael Nadal. Pero a todos ellos podemos añadir también otros como humilde, tímido, educado, sabe ganar, luchador, competitivo. Cada año se supera, pero a Nadal parece que le da vergüenza pasar por encima de sus rivales y cuando se abraza a ellos parece estar pidiéndoles perdón.

Si hay una persona para la que Paris tiene un significado especial, ese es don Rafael Nadal Parera. 





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