Arteixo, 05 Junio de 2019
Con el fin de tapar sus propios fracasos, Pablo Iglesias ha decidido relevar a Echenique de su puesto de responsabilidad en la cúpula del partido. Lo utiliza como carnaza para echársela a las masas y que no le señalen a él como verdadero responsable. En esto no es muy original, porque es lo que hacen todos los líderes, al menos los líderes malos.
Echenique pasará de ser el Secretario de Organización a ocupar un puesto como Secretario de Acción de Gobierno, que viene siendo el que coordina los pactos postelectorales antes de formar los gobiernos autonómicos y municipales. Vamos, que se trata de un chollo de trabajo porque, entre que se trata de un cargo con fecha de caducidad y que el poder de Podemos es más bien escaso, va a tener poco que hacer.
Pablo pretende así zanjar la crisis de los dos últimos fracasos electorales, pero lo único que hace es matar moscas a cañonazos, además de engañarse a sí mismo y al resto del partido, porque sigue sin querer ver cuál es el problema real: él mismo. Podemos es un proyecto agotado en manos de un líder agotado, poco creíble y que ha perdido frescura.
Hay más críticos dentro del partido que fuera y las bajas se acumulan. Los que se van lo hacen siempre de uñas contra Iglesias y no parece que vayan a volver mientras él siga al frente del partido. Pablo ha relevado a Pablo, pero no al Pablo que debiera. Pero bueno, como a Bogart siempre le quedará París, aunque para él Paris es Montero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario