sábado, 15 de junio de 2019

Venezuela, esquilmada por sus propios gobernantes

Pontevedra, 16 Junio de 2019

Cualquier país del mundo que sufre problemas de falta de libertad es digno de mención y de condena de quienes lo tienen en tal situación. Son países que suelen estar en manos de dirigentes populistas que alcanzaron el poder con un engaño general a la población o por medio de la fuerza. Los que llegan a través de elecciones, después de un tiempo, cuando ya empiezan a tener problemas de credibilidad, también suelen utilizar la fuerza para mantenerse. Esto ya está inventado, y tenemos muchos ejemplos en todo el mundo. Además, otra característica, suele ser la riqueza natural sin explotar para el bien común que suele acumularse en manos de unos pocos.  

Ahí encaja perfectamente Venezuela, un país con un potencial tremendo pero que está en manos de gente sin escrúpulos que solo buscan el bien personal. Venezuela posee en las montañas del sur del río Orinoco el segundo depósito más grande de oro del mundo. Además de diamantes, plata y cobre. También poseen un enorme depósito (valorado en decenas de miles de millones de dólares) de coltán, el llamado oro azul, un mineral súper cotizado por su uso en telefonía móvil, sistemas de GPS y satélites. Otro mineral de gran valor estratégico es el torio, un elemento radiactivo que puede utilizarse en la industria nuclear así como en la construcción aeronáutica. Esto en cuanto a minerales se refiere, pero además tienen petróleo y una industria turística muy potente

Ahora, cuando el petróleo venezolano casi no vale nada, Maduro pretende explotar otras vías para salir del agujero económico en el que se encuentra el país, con una reducción de más del 50% del PIB en seis años y que ha generado una hiperinflación de seis o siete dígitos.

Maduro pretende salvar la economía del país con métodos ingeniosos y haciendo lo que tenían que haber hecho con anterioridad, explotando los recursos del país. Sin embargo, en todo este tiempo, se han dedicado únicamente a enfrentarse con la oposición, ejercer la represión sobre la ciudadanía e impulsar y afianzar una deriva autoritaria por parte de su gobierno.

Hace unos años, maduro se situó totalmente al margen de la Constitución, creó un estado de excepción para declarar medidas económicas a su antojo. Se dedicó a tomar medidas sin consultar ni ser evaluado por la Asamblea Nacional, firmando contratos con multinacionales en términos realmente leoninos. Algunas de esas empresas son estadounidenses, algo que no cuadra por la animadversión que Maduro demuestra con Norteamérica cada vez que puede. Pero una cosa es la verborrea política, los eslóganes para hacerse el duro, y otra muy distinta son los dólares, tan necesarios para Venezuela en estos tiempos.

Maduro pretende obtener dinero a toda costa, y para ello aprobó un decretazo para la explotación de las zonas mineras del país pero sin ningún tipo de estudio de impacto medioambiental o de cualquier índole y eso está afectando enormemente a las comunidades indígenas de esas zonas, a la fauna, a los bosques y a todo lo que encuentran a su paso. Pero eso, ¿a quién le importa? Lo más triste de esta historia es que Hugo Chávez había expulsado a la empresa explotadora del país por sus actividades destructivas, pero Maduro no solo las volvió a dejar actuar, sino que les entregó el 45% de la reserva de la mina.

¿Cuánto tiempo puede aguantar Venezuela a tanto inepto al frente del país? 



No hay comentarios:

Publicar un comentario