Pontevedra, 28 Junio de 2019
Rivera va camino de convertirse en el mayor fraude de la historia reciente de la política española. Su empecinamiento de no pactar con los socialistas argumentando, y poniendo como condición, la cabeza del líder socialista, es una pasada de frenada que le costará muy caro a medio plazo. Olvida Albert que Pedro Sánchez está donde está porque ha ganado unas primarias en su partido, cosa que él no hizo y, además, que lo han votado más de siete millones de españoles en las últimas elecciones y eso, tampoco es baladí.
En términos coloquiales, se diría que Rivera se ha echado al monte. Se ha puesto nervioso porque el deseado sorpassoal PP no acaba de llegar, y las ansias de poder le aprietan. O eso, o es que nos ha engañado a todos y realmente no es el hombre de centro que nos vendió y se trata, sin embargo, de una persona de derechas más cercano a posturas extremas que al verdadero centro. Yo me inclino por la segunda opción.
De no ser así, hace ya tiempo que en España habría un gobierno centrado, formado por la socialdemocracia socialista y el liberalismo moderado de Ciudadanos. Al menos esto es lo que habría ocurrido en cualquier país normal de Europa para no condicionar la política nacional a los deseos de los independentistas, ni dar alas a la ultraderecha.
¿Por qué esta solución no es posible en España? ¿Por qué seguimos dependiendo de los nacionalistas? ¿Por qué España es de los pocos países donde se pacta con la ultraderecha antes que con el adversario directo? Sánchez llegó al Gobierno gracias a los independentistas, los mismos que le tumbaron los presupuestos y provocaron nuevas elecciones. Rivera se ha escorado a la derecha hasta el punto de contar con Vox para tocar poder. ¿Quién tiene es sus manos la gobernabilidad y la estabilidad nacional? ¿Quién de los dos es más responsable?
Pero el líder de Ciudadanos tiene la posibilidad de rectificar y de hacer historia apoyando un gobierno moderado y convirtiendo a las fuerzas independentistas en irrelevantes. ¿No es eso lo que tanto pregona? ¿No dice que es una catástrofe condicionar al futuro del país a los nacionalistas? ¿No va todo el día diciendo que hay que dejar de depender de ellos? ¿No es él quien acusa a Pedro Sánchez de pactar con quienes quieren romper España? Pues en sus mano está salvar a la patria de tal situación.
Rivera tiene una ocasión de oro de hacerse con el verdadero liderazgo político del país. De aparecer como un verdadero hombre de Estado, un patriota que antepone los intereses de la nación a los propios y a los de su partido. Porque además, le beneficiaría, saldría reforzado y, en las próximas elecciones podría pescar en los dos caladeros, derecha e izquierda.
Rivera tiene que dejarse asesorar por el sector moderado de su partido, guardarse el orgullo y pensar a largo plazo en el plano personal y a corto plazo en el de país. Tiene que poner las luces largas para lo suyo, y las cortas para los intereses estatales. ¿O es que su deriva a la derecha es más fuerte que su patriotismo? ¿O será que ya se ha instalado en el famoso “cuanto peor, mejor” del PP?.
Publicado en PontevedraViva.com el día 28 de Junio de 2019
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