Arteixo, 23 Abril de 2019
Felicidades a los seguidores del PSOE, del PP, de Podemos y de Ciudadanos porque ayer, como no podía ser de otra forma, ganaron el debate. Satisfacción en todos los candidatos y más en sus asesores. Todos han conseguido los objetivos, todos han colado sus mensajes, todos han hecho lo que habían ido a hacer. ¿Qué más se puede pedir? Es lo que tiene la política, que siempre se gana y siempre hay palmeros que no te dicen la verdad.
¿Y cuál es la conclusión de lo de ayer? Ninguna que sirva para que la población se quede tranquila o que ayude a tomar una decisión a quien no la tuviera más o menos clara porque, independientemente de quién pueda ganar las elecciones, tendremos un presidente de un perfil bajísimo. Nos obligan a escoger entre el menos malo. La conclusión más clara es que estamos en manos de nadie, que el nivel de los candidatos ha caído muchísimo y que, por lo menos los creyentes, podrán decir aquello de “que Dios nos coja confesados”.
El debate fue aburrido en la primera parte y enmarañado en la segunda, cuando se enzarzaron. Monólogos soporíferos, anestesia verbal y las mismas coletillas y frases de manual diseñadas por los asesores. Cansino. Para ver de reojo y prestar atención a cosas más importantes. Cómo sería, que el moderador llegó a decirles que, educadamente, podían perderse el respeto. Fin del partido de ida. Hoy, se juega el de vuelta, pero ya no esperamos nada interesante.
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