Pontevedra, 27 Abril de 2019
En el PP suelen aludir a aspectos personales para sensibilizar a la gente. No les importa utilizar cualquier aspecto personal si con ello se ganan el favor de la sociedad. Quieren aparecer como cercanos, como unos más del pueblo. Y en realidad lo son, sobre todo los votantes, pero los dirigentes son otra cosa.
Casado, por ejemplo, lleva toda su vida política hablando de su abuelo materno para justificar sus ideas ultraconservadoras y las frecuentes salidas de tono. Le gusta decir que era republicano y que fue encarcelado por Franco como una víctima más del franquismo.
Lo único cierto del relato de Casado, es que su abuelo fue militante de la UGT en la República y detenido poco después de que las tropas sublevadas iniciaran la Guerra Civil. También que fue condenado a 30 años de prisión. Pero lejos de acabar en una cuneta, como dice su nieto, salió de prisión a los dos años para trabajar de médico en una clínica de su ciudad donde dejó de tener penalidades.
Muy lejos por tanto de lo que cuenta Pablo Casado y de otros que, desafortunadamente, si acabaron en las cunetas de las carreteras de España. Y donde siguen porque, el partido del propio Casado pone todas las trabas que puede para que de una vez tengan un entierro digno como el de su abuelo.
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