La campaña electoral

Pontevedra, 08 Abril de 2019

Estamos en precampaña electoral, y la única diferencia con la campaña electoral es que los partidos no pueden pedir el voto. Por lo demás, mítines, soflamas, eslóganes, humoradas ridículas, mentiras, insultos, igual que en campaña. Desde hace unos años vivimos en una permanente campaña electoral, en buena parte, por la incapacidad de los políticos para alcanzar acuerdos y pactos.

Además, las campañas electorales ya no son lo que eran, y me temo que nunca volverán a ser lo mismo.  Antes servían para transmitir un mensaje, una ideología, para decir a la ciudadanía el proyecto de país de cada candidato. Las campañas electorales iban dirigidas a la ciudadanía en general, y ahora solo hablan para los más fieles. Se trata de subir el ánimo de la tropa propia.

Las campañas se han convertido en actos de exaltación de las masas donde se juega a decir la burrada más grande, con el único interés de dañar al adversario. No importa mentir descaradamente diciendo lo primero que les viene a la cabeza, y han convertido los mítines en monólogos de humor negro. El discurso es tan pobre, tan vacío de ideas y contenido, que ni siquiera piden el voto para ellos, sino que lo hacen para que no se vote al adversario.