Pontevedra, 26 Abril de 2019
Estamos a dos días de las elecciones. Otras más y de nuevo, como todas, decisivas para el futuro del país. Siempre son importantes unas elecciones generales, pero quizás en esta ocasión se dan algunas circunstancias que las hacen especiales. Los españoles con derecho a voto tenemos en nuestras manos la responsabilidad de decidir qué España queremos para los próximos cuatro años.
En realidad, cada vez que hay elecciones nos situamos ante una encrucijada en la que debemos ser conscientes de lo que supone coger una u otra papeleta. Congreso de los Diputados y Senado van a ser quienes dirijan nuestra vida y, en esa tesitura, todos los partidos, además de pedir el voto a sus militantes, apelan al voto útil. ¿Qué significa esto?
Hace tiempo que las encuestas (incluidas las del CIS) han dejado de lado la posibilidad de las mayorías absolutas. Hay un nuevo tablero político porque la gente se ha cansado del bipartidismo, de votar solo a PP y PSOE.
Además, los medios de comunicación, en su mayoría no contribuyen a mejorar la situación. La mejor prueba es que en los debates no se invitan a todos los partidos que se presentan, sino únicamente a los que tienen posibilidades de gobernar o, cuando menos, de ser llave para la gobernabilidad. De esta forma se vulnera uno de los principios democráticos más importantes: el pluralismo. Además, la ley electoral beneficia al bipartidismo. ¿Qué podemos hacer frente a esta democracia dirigida?
Aquí es donde entra en juego el famoso voto útil. El voto útil es el que realmente cambia las cosas y afronta con valentía e inteligencia los graves problemas que tenemos. En primer lugar, el voto útil debe ser para quien nos habla claro, para aquel en quien se puede confiar, con quien sabemos a qué atenernos. El voto útil debe ser para aquellos que saben jerarquizar los problemas y dan prioridad a lo que es más importante. El voto útil supone no votar con el corazón sino con la cabeza.
Cuando hay elecciones todos nos jugamos mucho, y es necesario que sepamos que somos libres a la hora de votar, que hay muchas opciones y que no debemos dejarnos llevar únicamente por aquella que hemos votado toda la vida o aquella que tratan de meternos con calzador.
Debemos votar libremente, sin ataduras, sin miedos, sin temores y con enorme responsabilidad de saber que lo que hacemos está bien hecho. Debemos votar, igual que vivimos.
Publicado en PontevedraViva.com el día 26 de Abril de 2019
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