Pontevedra, 01 Mayo de 2015
Abel Caballero podría obtener mayoría absoluta en
las próximas elecciones, algo difícil en estos tiempos por la aparición de
nuevas formaciones que parecen abocarnos a la celebración de pactos que
permitan la gobernabilidad. ¿En qué basa Caballero su política? En el
populismo, porque si se analiza su gestión de gobierno, más allá de las
llamadas ¿humanizaciones? en algunas calles, nada de nada. A pesar de ser una
persona de por sí antipática, su populismo alcanza cuotas inimaginables, y lo
mismo se pasea por un mercado que reparte caramelos en la cabalgata de Reyes.
Genera animadversión fuera de Vigo porque ve enemigos por todas partes, haciendo
del victimismo su bandera: o conmigo o contra mi.
Además, si estás contra mi, estás contra Vigo. Pero
parece que le funciona, y a los vigueses les ha calado el localismo exacerbado
que Caballero destila en cada intervención, estando dispuestos a entregarle
nuevamente el bastón de mando. Vigo es como la Galia en la época de los romanos
y Caballero su Asterix. Pero Vigo se merece un alcalde con mayor altura de
miras, que ponga a la ciudad a la vanguardia de Galicia porque es la más poblada,
la más industrializada y la de mayor proyección. Vigo debería ser un ejemplo,
pero con Caballero se está encerrando en si misma y eso le traerá consecuencias
negativas. Los años de Caballero al frente del consistorio vigués son años
oscuros en el desarrollo de la ciudad, pero es lo que los vigueses quieren, por
tanto, ver, oír…. y opinar.
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