Pontevedra, 29 Mayo de 2015
Esperanza Aguirre ha dado muchos réditos electorales al
PP, pero últimamente se está convertido en un problema por su empeño en ir
siempre un paso más allá del presidente del partido. La última boutade la ha llevado a pedir una
coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos con el único objetivo de evitar que
Manuela Carmena asuma el poder en el Ayuntamiento de Madrid. Es curioso,
propone un gobierno de concentración nacional para ir contra una plataforma
ciudadana. Vapuleada en las urnas, se erige como la salvadora de la democracia
española con el objetivo de salvar a la nación de unos despiadados: los
ciudadanos, que han decidido tomar las riendas.
La señora Aguirre posee un ego tan grande que no le
permite asumir que se ha abierto una nueva etapa en la que ya no caben
dirigentes que, como a ella, les gusta jugar con el campo embarrado. Agradecemos
su voluntad de salvapatrias, pero me temo que su ofrecimiento caerá en saco
roto, porque la verdadera esperanza es la que Manuela Carmena ha traído a los
ciudadanos de la capital.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 29 de Mayo de 2015
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