viernes, 8 de enero de 2021

Se ve venir

 András, 08 Enero 2021

A veces no queremos creer algunas cosas, y solo cuando la cruda realidad nos pone de cara ante ellas, no tenemos más remedio que tragarnos nuestro orgullo y asumirlas. Eso es lo que parece que nos va pasar a quienes no queríamos creer que el Gobierno de Pedro Sánchez trataría de indultar a los presos condenados por el Tribunal Supremo en el juicio del procés.

El relato de la derecha no parecía creíble, muy simple para ser verdad. Es innegable que el Gobierno depende de los votos de los independentistas catalanes para casi todo, y como principal contraprestación, habría pactado con ellos el indulto de sus compañeros condenados. Demasiado evidente, ¿no? Todo aquello de la mesa de partidos habría sido solo una cortina de humo, porque su verdadero objetivo estaba puesto en el indulto. 

Sin embargo, como dice el refranero español, que es rico (y sabio), cuando el río suena... Y empezamos a ver, un día sí y otro también, declaraciones de miembros del Gobierno en las que se va preparando el terreno. Afirmaciones como que todo el mundo tiene derecho al indulto, que se puede indultar aún cuando los informes de la Fiscalía sean contrarios, o aquello tan manido de que tenemos que desinflamar la tensión con Cataluña, no son más que avisos que presagian un final anunciado.

Es verdad que el indulto es una gracia que concede el Gobierno, pero no creo que haya sido creado para hacer favores políticos. Además, como mínimo, para su concesión el condenado debe haber mostrado arrepentimiento por los delitos cometidos y no es esa precisamente la actitud de los políticos catalanes condenados quienes, lejos de estar arrepentidos, repiten una y otra vez que lo volverían a hacer.

Todos los gobiernos utilizan el indulto a su antojo, y no hay más que repasar la lista de los indultados para ver que está llena de políticos y funcionarios condenados por corrupción, por ejemplo. Pero en este caso, sería una enorme torpeza.

No hay desiflamación posible en este asunto. Estos condenados deben cumplir sus condenas y la única gracia que puede conceder, son las que la propia legislación penitenciaria les otorgue por su comportamiento. Sería un error concederles el indulto porque los delitos son gravísimos y atentan contra la propia esencia de la democracia, daría aire a los secesionistas para continuar por la misma línea y dejaría en muy mal lugar a un gobierno, ya de por sí, muy debilitado.

Publicado en PontevedraViva.com el día 08 Enero de 2021




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