András, 05 Enero de 2021
Hace años, la noche de hoy era mágica para mí. Después de la cabalgata, era costumbre en mi casa dejar unos platos bien limpios, agua y pan para los camellos, y una copita de licor o un vaso de leche y turrones para que los cansados Reyes recuperasen fuerzas.
Acostarse pronto, dormir mal, y a la mañana siguiente, la emoción y el nerviosismo del mejor día del año. Se abrían los regalos y, sin saber porqué, se obraba el milagro, porque los Reyes Magos siempre acertaban con lo que yo deseaba. Me pasaba ese día y muchos más jugando, hasta que el paso del tiempo deterioraba los juguetes y las ganas de jugar con ellos.
En efecto, estamos en la gran noche del año. La noche en que los Reyes Magos despliegan toda su magia para dejar en las casas un montón de regalos, siempre merecidos. Sin embargo, resulta difícil este año salir a la calle para esperar el paso de la cabalgata y no ver el séquito que precede la presencia de tan dignos representantes, mientas las caras relucientes de felicidad y unos corazones palpitantes expresan los deseos de pequeños y mayores. Parece un contrasentido, una Navidad sin cabalgata de Reyes, como lo fue el de la nueva normalidad, ambos para renombrar la verdad y engañar las conciencias.
Pero además de los regalos, su condición de “magos” o mejor, de sabios, les hace predecir acontecimientos a través de la lectura de las estrellas y, aunque las nieves caídas en la nochevieja (y la vacuna), debieran predecir un año mejor que el anterior, me temo que el año no solo no trae grandes eventos, sino que se avecinan ciertos contratiempos, no solo para la mejora sanitaria, sino en una vertiente económica debilitada, decaída y empobrecida.
Con virus, sin cabalgata, sin el abrazo que nos trasmite amor y consuelo, pero pese a todo, celebraremos esta noche y los niños tendrán su mágica Noche de Reyes. Es nuestro compromiso de adultos y una vez más lo cumpliremos. Nunca apagarán nuestra Navidad y nunca dejaremos a los niños sin su Noche de Reyes.
Feliz noche de Reyes... a todos los que todavía mantengan viva la magia de la infancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario