András, 16 Julio de 2019
La vida continúa igual. Ha pasado el fin de semana pero la vida sigue igual. La gente se ha ido a la playa, y los políticos también. Cambio de quincena, unos se van de vacaciones y otros vuelven, pero los políticos siguen de vacaciones. En realidad, mentalmente llevan de vacaciones varios años porque, políticamente hablando, el pais vive en un día de la marmota permanente, siempre la misma cantinela, sin cambios ni visos de que los haya.
Ningún partido da el brazo a torcer. Todos siguen en sus posiciones y la cosa no avanza. Hace falta un gobierno, pero nadie mueve un solo dedo o realiza una propuesta sería que nos haga pensar en la posibilidad de alcanzar algún acuerdo. Los diputados han sido elegidos para eso, pero no son capaces de hacer su trabajo. No son capaces o no quieren.
Lo fácil es mantenerse firme en unas posturas que no dejan avanzar. Se parapetan en ellas para hacer ver que es el otro el que no se mueve, pero son todos iguales, unos por una cosa y otros por otra y el pais sigue bloqueado. No les importa que tengamos que volver a votar. Sería la cuarta vez en el tiempo en que habría que haber hecho solo una. Pero eso, ¿que más da?
Podemos ha decidido preguntar a las bases si aceptan las condiciones de Pablo o las de Pedro, y ello, siendo muy democrático, ¿no podían haberlo hecho antes? Seguro que sí, porque lo único que pretenden es llenarse de razón en su postura. ¿Buscan con esta consulta resolver la decisión de la investidura o, por el contrario, encontrar un relato con el que explicar el fracaso? Sin duda, el relato para explicar el fracaso, igual que todos, cada uno en su línea, pero solo buscan un relato para echar en cara al adversario la responsabilidad de no alcanzar acuerdos. Y mientras, el pais parado y la economía creciendo. ¿Son realmente necesarios?.
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