Vilanova, 06 Julio de 2019
Una nación es más madura, más libre, más abierta, cuando defiende los derechos de las minorías. Cuando está contra la homofobia, contra el machismo, cuando cree en la igualdad de sexos. Cuando aprueba leyes a favor de los más débiles y cuando educa en la igualdad. Cuando permite, facilita y apoya las manifestaciones del orgullo como la que se celebró hoy en Madrid.
La fiesta del orgullo no es una fiesta para la gente LGTBI, es una fiesta para todos, para reivindicar la tolerancia y la libertad sexual. Para acallar la boca de aquéllos políticos que, con manifestaciones arcaicas y obsoletas, reivindican un día del orgullo hetero. ¡Hay que ser burro! ¿Dónde está la necesidad de reivindicar nada a los heterosexuales? ¿Es comparable la situación de ellos con los homosexuales, perseguidos hasta hace poco tiempo y, todavía hoy, discriminados por muchos?
Es verdad es que hay que condenar las situaciones de tensión y cierta violencia verbal vivida en la fiesta de Madrid cuando algunos manifestantes han recriminado a los representantes de Ciudadanos su presencia en el acto. No me gusta que se increpe a quienes, libremente participan en la manifestación. Pero es normal que la gente manifieste pacíficamente y haga ver su discrepancia, porque si Ciudadanos pacta con los homófobos no puede esperar que se le aplauda. Sin duda, Ciudadanos acude al día del orgullo por interés político más que por convicción, porque si así fuera, no pactaría con quienes creen que los homosexuales son unos enfermos que hay que curar.
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