Pontevedra, 18 de Enero de 2015
Los recortes impuestos por
el gobierno en los últimos años no deben afectar a la sanidad. Se está enviando
enfermos a casa para ahorrar días de hospitalización, se están restringiendo medicamentos,
se está recortando personal, se derivan pacientes a centros concertados, se ha
restringido el acceso a fármacos de última generación para enfermos de Hepatitis
C pese a estar ya aprobados… Es decir, se está recortando en sanidad por mucho
que los políticos no lo quieran reconocer.
Tenemos uno de los mejores sistemas
de salud pública del mundo y no podemos consentir que ahora, solo por una
cuestión económica, se pueda perder. Y digo bien: solo por una cuestión
económica. No conviertan la salud en una cuestión económica. Porque hablamos de
vivir o morir. De poder acceder de forma gratuita a la atención médica o
convertirla, como sucede en otros países, en una cuestión monetaria: si tienes
dinero puedes vivir, y si no lo tienes puedes morir.
En cuestión de salud, el
estado no tiene que cuadrar las cuentas. Hay que invertir en hospitales, en
personal sanitario, en medicinas, en todo aquello que realmente nos iguala a
todos los ciudadanos: el acceso a un sistema de salud universal y gratuito.
Durante
muchos años hemos gozado de un sistema público de salud puntero. No dejen que
por una simple cuestión de prioridades económicas se vaya todo al traste.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el 18 de enero de 2015
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