Pontevedra, 02 Marzo de 2015
En el último consejo de ministros, el gobierno ha
aprobado un paquete de medidas con el objetivo de manipular a los votantes de
cara a las próximas elecciones. Suena muy duro, pero no hay nadie en este país
que pueda negar tal afirmación. Nadie excepto el PP. Se trata de una serie
de medidas nuevas y derogación de otras aprobadas con anterioridad. Si las aprobadas
ahora fueran tan necesarias ¿por que no se aprobaron antes? En ese caso hemos
perdido muchos años en la aplicación de las mismas. Y las derogadas ahora, ¿por
qué se aprobaron antes? Lo único cierto, es que legislan por intereses
partidistas, esto tenemos que tenerlo claro. Y es muy peligroso, porque lo
hacen a sabiendas de que están cometiendo injusticias, antes y ahora. Son como
trileros callejeros que juegan a engañarnos, pero en lugar de jugar con unos vasos
y unas monedas, lo hacen con el futuro de todos. Bueno, de todos no, porque ellos
tienen las espaldas bien cubiertas.
A todo esto, sale a la palestra el locuaz ministro
de Hacienda y dice que esta batería de medidas no tendrán efecto sobre el déficit. No
entiendo mucho de economía, pero llevan años hablando de la incidencia en el
déficit de cualquier detalle económico que no estaba previsto y ahora, todo
esto, ¿no va a afectar al déficit? Si es cierto lo que dice el ministro, ¿puede
ser que ya estuvieran contempladas cuando se presentaron los presupuestos
generales del estado? En ese caso el gobierno habría retrasado la aprobación de las
medidas por motivos únicamente electoralistas.
Posiblemente de todas las medidas, la más polémica
es el tema de la dación en pago, que sigue sin tratarse a fondo y con la
justicia necesaria. Aprueban una medida descafeinada porque tienen la presión
enorme de los bancos que son los que legislan en la sombra. Cuando alguien se
endeuda y pone como garantía un aval, en caso de no pagar pierde el aval pero salda su deuda. Es lo justo y lo más razonable. Más aún cuando
es el propio acreedor (el banco) el que le pone el precio al inmueble que se
entrega como aval. Pero para los bancos eso no es suficiente, por eso obligan
al gobierno a poner tantos matices. ¿En quien piensa el gobierno cuando
legisla? En los poderosos. ¿Por qué? Pues porque pueden condonarles la deuda que
tengan con ellos, y los ciudadanos no. ¿Sabían que el gobierno de Mariano Rajoy ha estado
negociando con la banca el texto de la ley de segunda oportunidad, que incluye
el tema de la dación en pago?
Mención especial requiere el tijeretazo que el gobierno
ha asestado a las medidas estrella del “estrellado” Gallardón. De ellas, una de
las más polémicas, las tasas judiciales, acaban de ser eliminadas al menos para
los particulares. Como argumento para su derogación, el ministro Catalá dijo “para que ningún ciudadano deje de acudir a
la justicia por motivos económicos”. Me parece un buen argumento, pero ¿no
debería ser ese el argumento para no aprobarlas en su día? La medida aprobada
hace dos años supuso que ciudadanos particulares pagaran en concepto de tasas
unos 100 millones de euros. ¿Les van a devolver el dinero a los que tuvieron
que pagar el capricho de Gallardón?
No hay comentarios:
Publicar un comentario