miércoles, 25 de marzo de 2015

El gran pelotazo tecnológico

Pontevedra, 25 Marzo de 2015


El Gobierno va a privatizar el Registro Civil. La operación ideada por el ministro Gallardón y continuada por su sucesor Catalá de entregar al Colegio de Registradores de la Propiedad la gestión de los expedientes de nacionalidad con la excusa de resolver el colapso, supuso la aplicación del software informático que los registradores debían utilizar y que costó al Colegio la apreciable suma de 5,15 millones de euros. La primera sorpresa fue que el jefe del Proyecto de Gestión de Expedientes de Nacionalidad y director del equipo nombrado por Gallardón en enero de 2012, el registrador Javier Angulo Rodríguez, era a su vez el administrador de la sociedad de matriz rumana FUTUVER CONSULTING que diseñó y vendió el software. De este modo, Angulo, con el visto bueno de sus superiores en el Ministerio de Justicia, impuso a los registradores la contratación del software de su propia empresa privada. Pero el negocio dividió a la Junta de Gobierno del Colegio de Registradores y supuso una gran extrañeza en la mayoría del millar de colegiados ya que el Colegio dispone de un buen servicio informático, con cerca de 300 profesionales que desarrollan la mayor parte de los software que utilizan los registradores.

La sorpresa fue en aumento cuando una auditoría del Colegio reveló que la contratación de FUTUVER se realizó por encima de los precios de mercado”. Otra auditoría externa realizada por la consultora HITACHI puso de relieve que Justicia “decidió unilateralmente que el software de gestión de los expedientes de nacionalidad fuese adjudicado directamente y sin concurrencia a la empresa FUTUVER, sin que se compararan otras posibilidades” y subrayó que el coste “o bien queda claramente por encima de los precios de mercado o bien parece totalmente fuera de cualquier regla habitual de mercado”. La conclusión fue que “el sistema informático de gestión de los expedientes de nacionalidad podía haber costado entre 300.000 y 400.000 euros”, es decir, doce veces menos de lo que se pagó.

Una vez realizado el cometido encomendado, Javier Angulo Rodríguez volvió a su tarea de registrador como si nada hubiera ocurrido. En concreto, Angulo Rodríguez, que antes del gran pelotazo tecnológico era titular del registro número dos de Estepona (Málaga), está destinado en el registro de Lleida desde febrero pasado y sigue ligado a empresas privadas, ahora como administrador de la Consultoría de Análisis e Inversiones para Rumania. Su superior en el Ministerio de Justicia, Joaquín Rodríguez, es titular del Registro Mercantil de Zaragoza en situación de servicios especiales con reserva de plaza (la misma situación en la que está Rajoy con el Registro de Santa Pola). Este registro emite las facturas para una comunidad de bienes, aunque sólo cuenta con un registrador en activo (curiosamente el consuegro de Rodríguez). Parece extraño facturar a una comunidad de bienes de un solo miembro ¿no? aunque en la cuenta corriente que indican para hacer el ingreso aparece Joaquín Rodríguez como cotitular. ¿Esto no es conflicto de intereses?

La cuestión de fondo radica en el desparpajo con el que actuaban unas personas de ley para enriquecerse a costa de un servicio público del Estado, hasta ahora gratuito para los ciudadanos como es el Registro Civil. Pero la cosa no termina ahí. ¿Quién está detrás de la sociedad FUTUVER? Se sabe que el registrador Enrique Rajoy Brey (hermano del Presidente del Gobierno) realizó gestiones internacionales relacionadas con esa sociedad. ¿Casualidad?

Javier Angulo Rodríguez (izquierda) ejecutor del gran pelotazo tecnológico








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