Pontevedra, 07 Marzo de 2015
ABANCA ha presentado su balance de gestión y nos dicen que han
obtenido un beneficio de 1.157 millones de euros. Solo lo superan Santander y
BBVA, y se trata de un beneficio inédito que ni las antiguas Caixa Galicia y
Caixanova en su época dorada llegaron siquiera a rozar. Un resultado del que
debemos congratularnos por lo que, para el tejido económico de Galicia, supone
un banco con solvencia.
Sin embargo, hay algo que no encaja y que no debemos pasar
por alto. Si los nuevos propietarios son capaces de conseguir tales resultados
en tan poco tiempo, ¿por qué no se pudieron salvar las cajas? ¿por qué se
liquidaron? Los que quedan retratados de nuevo son los políticos. Los que
dirigieron las cajas y los que las liquidaron y vendieron a precio de saldo.
Escotet pagó al FROB 1.000 millones y ya ha obtenido un beneficio superior en
apenas un año de gestión. ¿Cuál era entonces el problema de NCG?
El problema
era la gestión de las personas que se pusieron al frente de la entidad, que la
hundieron y provocaron su venta. Los políticos enchufados en los consejos de
administración que jugaron a banqueros sin tener idea del negocio. Como casi
siempre, todo depende de la gestión, y por desgracia, en la política tenemos a
los peores. Ahora nos encontramos con unos profesionales que obtienen éxito de
un banco que debería seguir siendo de los gallegos, y unos políticos que se
enfrentan a la justicia por su nefasta gestión. ¿Por qué las vendimos si eran
rentables?
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