Pontevedra, 12 Junio de 2015
Dicen en el PP que el Gobierno debe realizar una
operación de mejora de imagen para conectar con la sociedad. Sin embargo, hay
virtudes que van más allá y que en este momento no las tienen. La primera es la
honradez, que es la principal virtud que los ciudadanos exigen a los políticos,
y que está por encima de ser más o menos antipático. En segundo lugar, es
fundamental la perspectiva. Consiste en no separarse del mundo real y tener
claro que en una democracia representativa como la nuestra el cargo no es para
siempre. En esto también Rajoy y los suyos fallan. Y en tercer lugar, más que
comunicar y ser accesibles, se trata de comprender los problemas de la gente,
escucharles, y eso, hace mucho tiempo que lo han pedido también.
Por tanto, más que de simpatía hablaríamos de
empatía, que es la capacidad para meterse en la piel de las personas que están
sufriendo tanto, evitando reírse de ellos diciendo cosas como que hoy ya nadie
habla del paro. Estas tres virtudes están por encima de la simpatía y de la
comunicación. Ahora bien, dicho esto, también es cierto que la simpatía es
importante en política, pero al contrario que la experiencia o los
conocimientos, que se pueden adquirir, la simpatía es algo que se tiene o no se
tiene, y de eso, también Rajoy y los suyos adolecen.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 12 de Junio de 2015
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