martes, 9 de junio de 2015

La vida sigue

Pontevedra, 09 Junio de 2015

Son los pequeños detalles los que en la vida diferencian las cosas buenas de las malas: estar bien de estar mal, tener salud de no tenerla, mantener una posición holgada o vivir justo, tener trabajo o no tenerlo, vivir o morir... A menudo estamos tan inmersos en nuestra posición de confort que olvidamos como es la vida al otro lado, sin reparar en que caer al otro lado es cuestión de segundos. Pues bien, al otro lado hay gente tan inteligente como nosotros, tan atrevidos como nosotros, tan formados como nosotros, con familias como las nuestras, con sueños como los nuestros, con proyectos como los nuestros. En definitiva, son como nosotros. Pero con una diferencia: no tienen trabajo. Tener o no tener trabajo es lo que da dignidad a las personas, por eso la máxima de cualquier Gobierno que se precie es tratar de que todos puedan tener un trabajo con el que defender su dignidad humana.

Cuando por un motivo (normalmente ajeno a nosotros) nos vemos obligados a abandonar esa posición de confort por la pérdida del trabajo, parece que todo se derrumba a nuestros pies. Es la forma que el ser humano tiene de revelarse ante la nueva situación, pero que en el fondo, no es más traumática que cambiar de estado civil, tener un hijo o cambiar de ciudad. Quiero dedicar estas líneas a dos amigos que han perdido su trabajo. Bueno, no lo han perdido ellos, se lo han hurtado. Que sepan que los cambios siempre son buenos y para mejor. Los hurtadores probarán algún día de la misma medicina y entonces comprenderán que injusto es que te quiten de en medio sin justificación. La vida sigue amigos, y ahora se presenta un nuevo mundo de posibilidades. Aprovecharlas depende solo de vosotros. Ánimo.


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