Pontevedra, 19 Junio de 2015
La
dilapidación que han sufrido las Cajas de Ahorros en España es un tema que
debería estudiarse en las facultades de económicas del país. Pero también es un tema que podría enseñarse a los
alumnos de primaria, para que aprendan conceptos como la honradez, la importancia
de la formación y, sobre todo, que sepan
lo fácil que es hundir un negocio próspero solo con ponerlo en manos de unos
incompetentes. El ejemplo seria muy bueno para las futuras generaciones,
porque solo se pueden cambiar la cosas si se atacan desde la base.
Estos días ha comenzado el juicio a la cúpula de la
antigua Novacaixagalicia por el asunto
de las indemnizaciones millonarias que se adjudicaron poco antes de dejar
sus cargos directivos. La nada desdeñable cantidad de 18,9 millones de euros se embolsaron estos señores aprovechándose de
sus cargos. A pesar de que Anticorrupción pide para ellos tres años de
cárcel y otros tantos de inhabilitación, creo que la inhabilitación ya la
tienen asegurada de por vida, porque ¿hay
alguna empresa que confíe en quienes han sido capaces de fundir el patrimonio
de una Caja de Ahorros en tan poco tiempo? No, no la hay; porque en el
mundo de la empresa privada, al contrario que ocurre con las empresas públicas,
no se enchufa a los amigotes, sino que se accede por méritos y demostrando
ciertas dotes de gestión. En su defensa todos admiten haber actuado con total
pulcritud jurídica, y posiblemente sea así, pero ¿les parece a ustedes ético embolsarse esas cantidades de dinero justo
antes de dejar sus cargos? Una característica común en todos aquellos que
se aprovechan de cargos públicos para enriquecerse, suele ser actuar dentro de
la más estricta legalidad. La ética ya
es otra cosa. Todo lo hábiles que son para interpretar las leyes en su
beneficio, lo son de torpes para gestionar.
El tema es de un bochorno tan grande, que solo con
una condena y la devolución del dinero no quedarían resarcidos con la sociedad.
Deberían desterrarlos del país, y en
caso de que sean católicos y creyentes, excomulgarlos también. Porque la
frialdad con la que se apropiaron de dinero que no era suyo, a la vez que
engañaban y hundían a muchos ahorradores con el timo de las preferentes, requiere
de castigos ejemplares.
No sabemos como acabará el juicio, posiblemente
todo quede en poco o nada, pero la foto
de los cinco sentados en el banquillo de los acusados ya es algo. La verdad
es que solo por esta imagen vale la pena que les hayan procesado. Ahí están, los cinco, con cara de circunstancias, con
el miedo en el cuerpo, pasando un mal trago, ni de lejos similar al que
hicieron pasar a los preferentistas. Su vergüenza es parte de su condena.
Publicado en PontevedraViva.com el día 19 de Junio de 2015
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| Los cinco "listillos" que se apoderaron del dinero en NCG |
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