Pontevedra, 28 Abril de 2015
Tembló la tierra en Nepal y se llevó por delante a
más de 4.000 personas fallecidas, cientos de desaparecidos y más de seis mil
edificios destruidos. Siempre que sucede alguna catástrofe natural, afecta más
a los países más pobres porque no están preparados para los posibles efectos. Las
construcciones, las infraestructuras, todo es de peor calidad y por tanto las
consecuencias materiales y humanas se multiplican. A partir de ahora veremos
una nueva avalancha, la de la ayuda humanitaria, la de los dirigentes mundiales
solidarizándose con el pueblo nepalí. Pero a fin de cuentas, el problema lo
tienen ellos y solo ellos. El único apoyo incondicional con el que contarán
será el de ONG’s, esas que se arriesgan solo por un interés realmente
humanitario. Desde aquí me quiero solidarizar con el pueblo de nepalí, un
pueblo pobre pero digno, que vive en un entorno tan peligroso como bello y que
ha sido golpeado por una catástrofe de consecuencias, todavía incalculables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario