Pontevedra, 07 Abril de 2015
La Justicia
gallega es la cuarta más colapsada de España pese a su baja tasa de litigiosidad.
Esto quiere decir que tenemos pocos
pleitos, pero no los sacamos adelante. Los tribunales gallegos son los octavos por
la cola en número de litigios por habitante, pero los jueces gallegos no dan
abasto con las montañas de causas que se apilan en sus juzgados. En pocas palabras, falta personal. Lo dice un informe del propio CGPJ,
que coloca a los órganos judiciales de Galicia como los cuartos más congestionados
del país por detrás de Castilla-La Mancha, Murcia y La Rioja; curiosamente, todas gobernadas por el PP. Uno de
cada tres juzgados gallegos tienen una sobrecarga de trabajo superior al 50%. Vamos, que hay un atasco enorme en la justicia
gallega. Un atasco que sufren todos los administrados, los que trabajan y los
que se sirven de ella.
¿Es esto consecuencia de la crisis solamente? El
problema ya viene de atrás, pero con la crisis el problema se ha agudizado
debido a los tremendos recortes en medios humanos llevados a cabo por el Gobierno
de Mariano Rajoy. Ya sabemos que los políticos no creen en la justicia, más
bien no creen en la necesidad de una justicia eficaz, rápida e independiente.
Por eso tenemos lo que tenemos. Necesitamos una administración adaptada a las
necesidades, recortar en instituciones e invertir más en sanidad, educación y
justicia. Tanto en infraestructuras como en medios humanos. La sanidad, la educación
y la justicia, de calidad, universal y gratuita es lo que iguala a todos los
españoles.
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