Pontevedra, 04 Abril de 2015
Al
alcalde de Pontevedra, el PP no tiene por donde meterle mano. Su intachable
gestión de las arcas públicas unido a la buena imagen con la que cuenta entre
los ciudadanos y el estado en que se encuentra la ciudad, son un bagaje
suficientemente importante
como para no tener mucho de donde tirar. Por eso, el PP
vuelve a la política de trinchera, a la de la descalificación y a la de mirar
para otro lado cuando se trata de reconocer las bondades de Lores. Ahora están
empeñados en embarrar la gestión del alcalde intentando achacarle poca claridad
en los costes de los viajes que
éste ha realizado a diferentes países con motivo del reconocimiento al plan de
movilidad impulsado en la ciudad. En lugar de poner palos en las ruedas, lo que
tendría que hacer el señor Moreira, es exigir al presidente de su partido, y de
la Xunta, un reconocimiento para
el alcalde cuanto menos similar al que han dispensado otras administraciones
por los éxitos conseguidos y que son un modelo para muchas ciudades del mundo
que quieren imitar. Entre otras cosas ha dicho, en referencia a los viajes que
ha realizado el alcalde a Austria, Portugal, Bruselas, Roma, Florencia, Madrid o Dubái, que
son "viaxes das que coñecemos a
parte lúdica pero descoñecemos o seu aproveitamento e beneficio para a nosa
cidade". Mira, le pasa como a Feijoo, que aún no se ha enterado del premio
que la ciudad ha recibido de la ONU. ¿Le parece poco beneficio al señor Moreira
tal reconocimiento? Se ha hablado más de Pontevedra en un día que en ocho años
de gobierno del PP. Me refiero a hablar bien, claro.
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