viernes, 28 de mayo de 2021

Distintos tipos de miseria

 András, 28 Mayo de 2021

A Luna Reyes, una joven de 20 años que estudia un Grado Superior de Integración Social y que realiza prácticas en la Cruz Roja, la semana pasada le tocó vivir el mayor reto al que posiblemente se haya enfrentado en su corta vida, cuando se desplazó con sus compañeros a la costa ceutí para socorrer a los inmigrantes que llegaban desde Marruecos.

Asistir a una crisis migratoria de tal calibre, con miles de personas asustadas y desesperadas que se lanzan al mar azuzados por sus propios compatriotas, no es una experiencia que se le desea a nadie.

Pero el destino le había reservado a Luna un puesto de privilegio en la representación de aquel drama, con mucha gente de su misma edad, aunque con problemas infinitamente diferentes a los suyos. La angustia del que no tiene nada y no le importa arriesgar su vida, niños solitarios a merced de la marea, que el mar escupía a la playa del Tarajal. Luna fue testigo de todo, y con el susto en el cuerpo, se le encogió el corazón con la desesperación de quienes se ven obligados a jugarse la vida por la angustia de la situación en la que malviven.

Fue allí donde Luna protagonizó una imagen que a todos (al menos a la mayoría) nos emocionan, cuando abrazó a Abdou, un joven senegalés que había caminado la noche anterior durante más de once horas desde Tánger hasta la frontera con Ceuta. Luna le ofreció lo mejor que le podía dar en aquel momento y, seguramente, lo que Abdou más necesitaba. Un simple pero acogedor abrazo, calor humano, verse reconfortado por alguien que trataba de comprender su situación.

Lo que no sabía Luna, es que la auténtica miseria, no la representaban aquellas personas luchando desesperadas por no perder la vida. Sino que la auténtica miseria humana, la viviría al día siguiente, y que vendría del llamado primer mundo, con las amenazas, comentarios racistas, machistas y xenófobos que recibió. ¿Quién, en su sano juicio, puede ver algo malo en un abrazo?

Luna ha aprendido una buena lección y seguro que a partir de ahora sabrá diferenciar perfectamente entre la miseria material, provocada por los regímenes dictatoriales que inoculan penurias en la gente, y la miseria moral de quienes tienen más carencias que virtudes en el cerebro.

El abrazo de Luna a Abdou representa lo que es la mayoría de la buena gente de España. Los insultos y las amenazas que recibió, lo peor de una parte de la misma España.

Publicado en PontevedraViva.com el día 28 de Mayo de 2021


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