András, 09 Septiembre de 2019
Los jetas, los chulos, los caraduras, los chupópteros, los correveidiles, no son exclusivos en política de ningún partido. Uno tiene unas creencias y le duele cuando alguno afín comete algún tipo de irregularidad, pero realmente debemos escandalizarnos de todos los casos, independientemente del color político.
El penúltimo caso de caradura política llevada a la máxima expresión, lo ha protagonizado la alcaldesa de Móstoles, la socialista Noelia Posse quién, con una jeta monumental, ha contratado a su hermana para llevar las redes sociales del Ayuntamiento.
Se trata de un cargo de libre designación por el que la hermanísima cobrará la nada despreciable cifra anual de 52.000 euros. Todo perfectamente legal, pero igualmente inmoral, rastrero e indecente. Espero que los votantes mostoleños tomen buena nota y se lo hagan pagar en las próximas elecciones
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