András, 20 Septiembre de 2019
Tas el fracaso para conseguir la investidura, Sánchez dio el pistoletazo de salida a una nueva campaña electoral. Y lo hizo desde La Moncloa, utilizando la maquinaria institucional y aprovechándose de toda la pompa y el poder que le otorga tener la institución a su servicio.
Aprovechó para hacerse la víctima, depurar responsabilidades, cargar el muerto a los demás de la vuelta a las urnas y, de una forma muy poco elegante, pedir el voto para las elecciones de noviembre. Su comparecencia fue bastante bochornosa, porque no fue la de un presidente de gobierno en funciones que sale a contarle a los ciudadanos sus planes para lo que resta de tiempo hasta que contemos con un presidente con plenos poderes. Fue una comparecencia interesada, con un sermón repetido, partidista, y nada institucional.
Sabemos que Sánchez es un superviviente, experto en decir una cosa y defender la contraria, pero ahora también sabemos que tiene tragaderas suficientes para hacer lo que tanto le ha criticado a otros, como pedir la abstención a quien él se la negó con el famoso “no es no”, o para ejercer de falso patriota diciendo que prefiere las elecciones a un gobierno poco estable, cuando en julio era eso mismo lo que le propuso a Podemos.
En definitiva, igual que sus contemporáneos líderes de otros partidos, Sánchez no da el nivel para lo que necesita un país como el nuestro, y así nos va, vivimos en una situación de permanente provisionalidad. Mientras, volveremos a gastar 140 millones de euros en la organización de unas nuevas elecciones y posiblemente no tengamos gobierno hasta el mes de febrero, y yendo la cosa bien, los nuevos presupuestos generales del estado no estarán aprobados hasta el mes de mayo. En fin, irresponsabilidad y fracaso total de unos dirigentes ineptos, cortoplacistas e imprudentes.
Lo que les espera a los políticos de aquí a noviembre es estar en campaña electoral, luego se irán de vacaciones de Navidad, constituirán el nuevo parlamento y se irán de nuevo de vacaciones hasta que alguien consiga formar un gobierno. A la vuelta se irán de vacaciones de Semana Santa y después de verano, y así siempre, en la rueda de la fortuna en la que viven instalados. Pero no importa, no debemos preocuparnos, porque del país ya se encargan los trabajadores, los empresarios, los funcionarios…
Publicado en PontevedraViva.com el día 20 de Septiembre de 2019
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