András, 15 Junio de 2021
Hace tiempo que Vox viene cogiendo fuerza y aumentando su relevancia en el panorama político. Aunque, probablemente, el resultado que obtuvieron en las elecciones catalanas, haya servido para demostrar su consolidación en la sociedad española, y debería ser un toque de atención para todos.
Aceptando de antemano que cualquier idea cabe en democracia, el hecho de que un partido de ultraderecha alcance un resultado tan destacado en una región con una presencia nacionalista tan importante, es para tenerlo en cuenta y obedece, al menos, a dos motivos principalmente.
Uno, los catalanes constitucionalistas se ven desamparados por los partidos nacionales. Y dos, la gente compra con facilidad los mensajes de los vendedores de humo. No olvidemos que, en esencia, los discursos de los nacionalistas y de Vox son parecidos e inspirados en el populismo, solo que defienden territorios diferentes.
Pero, ¿a qué se debe el éxito de Vox? ¿Es Vox fruto únicamente de una excisión del PP? Puede ser que no, y lo que tuviera que suceder para una consolidación del partido, puede que ya esté ocurriendo, y en esto, el PP tiene una enorme responsabilidad. Vox tiene su propio nicho electoral, y mucha gente que había dejado de votar, y que eran votantes del PP, votan ahora a Vox porque están muy enfadados con la derecha tradicional.
Lo hacen porque creen que no están atendidos por el sistema, y se produce una fisura entre la sociedad y la política. No es nada nuevo, es un calco de lo que ya estamos viendo en otros países europeos desde hace algún tiempo. Si Vox logra prender la llama en esas franjas del electorado donde el descontento es fuerte, el PP va a tener un problema muy serio, y posiblemente tengamos en poco tiempo una derecha al estilo francés, escorada hacia la extrema derecha y con los conservadores moderados casi irrelevantes.
La situación en Cataluña no es fácil, con la sociedad y los partidos políticos divididos. Pero si la polarización va a girar a la dicotomía entre nacionalistas catalanes y nacionalistas españoles, la cosa todavía tiene mucho margen para empeorar.
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