A Rúa Nova, 29 Noviembre de 2019
¿Cómo puede el partido socialista negociar con un partido que tiene a su líder en prisión condenado por graves delitos contra el estado? ¿Por qué no consultó el partido este aspecto a los militantes? ¿Podemos considerar a Esquerra un partido sedicioso, teniendo en cuenta que tiene a su presidente en prisión condenado por malversación y sedición, y a su secretaria general fugada para no ser juzgada por los mismos delitos?
¿Por qué permiten que los independentistas sigan condicionando la vida política nacional y, lo que es peor, el futuro de los españoles? ¿Por qué se siguen anteponiendo los intereses partidistas al interés general? ¿Por qué les siguen dejando que se crean importantes? ¿Por qué tenemos que aguantar sus chulerías y sus exigencias, cuando sabemos que todo lo que hacen tiene como único interés la ruptura de la unidad nacional? ¿Hay alguien en este país que crea que los independentistas van a pensar en el bien de todos los españoles? ¿Entonces, por qué les siguen dando la llave de la gobernabilidad?
El PSOE va a negociar con Esquerra su voto a favor de la investidura de Pedro Sánchez y, aunque esperamos que no acepten sus condiciones, el solo hecho de considerarlas, ya es una mala noticia para el país. Hasta ahora, PP y PSOE se habían apoyado en los nacionalismos para la gobernabilidad y para hacerse con el poder, pero con el apretón de los catalanes desde hace dos años, darles oxígeno ahora podría ser un error monumental que podríamos pagar muy caro.
No hay más que ver sus pretensiones; mesa de partidos, reunión de gobierno a gobierno (de igual a igual), aceptación de un calendario de acuerdos, amnistía, etc... Es decir, todo equiparable, poco menos, a la firma de un acuerdo de paz tras un proceso bélico y encaminado, sin duda, a alcanzar proyección y reconocimiento internacional
PP y PSOE son los únicos responsables de la situación a la que hemos llegado (más allá de la responsabilidad del independentismo por saltarse las leyes). Han dejado que se crecieran y ahora tienen una difícil salida a la situación que se ha creado. Pueden tener votos, pueden tener diputados, el gobierno autonómico y representación en el Parlamento nacional, pero sacarles la llave de la gobernabilidad es responsabilidad de los partidos nacionales. ¿Hay mayor poder que ser imprescindibles? ¿No estamos en una situación de emergencia nacional? ¿No es la ruptura de España lo que está en juego?
Cada ocasión perdida la vamos a echar de menos con el tiempo, porque una minoría no puede decidir lo que tiene que hacer la mayoría, y seguimos dejando que tengan ese as en la manga. Sin ánimo de ser alarmista, pero todo lo que se pueda hacer para frenar al independentismo, desde la más estricta y democrática legalidad, hay que hacerlo. No hay otra opción. ¿Vale la pena pasar por el aro independentista solo para conseguir la investidura? ¿Qué pasará después?
Publicado en PontevedraViva.com el día 29 de Noviembre de 2019
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