lunes, 2 de diciembre de 2019

Olvidémonos del planeta y pensemos en nosotros

A Rúa Nova, 02 Diciembre de 2019

Con los peores días de la calefacción llegan también los peores días para el bolsillo y para el planeta por lo que contamina. Edificios antiguos con calderas de carbón, aislamiento defectuoso de las viviendas, todo eso contribuye a generar emisiones de CO2. Y estos van a ser, precisamente, los conceptos más repetidos durante la cumbre del clima que este año se celebra en Madrid, emisiones y CO2.

Madrid se llena de gobernantes venidos de todas las partes del planeta. Ayer estuvieron viendo el fútbol, y hoy se han puesto a salvar al planeta. Sánchez está encantado, haciendo lo que más le gusta que no es otra cosa que reunirse con primeros ministros y jefes de estado, ejerciendo de jefe de estado también, que es lo que añora en realidad.

En lo que están ahora mismo los expertos, los activistas ambientales y cada vez más los gobiernos, que se están sumando con gran fervor a la lucha contra el cambio climático, es en persuadirnos de que nos hagamos a la idea de, primero, lo que está en juego, el deterioro del planeta; y que intentemos después ir adoptando hábitos que contribuyan a que contaminemos menos. El objetivo que se han marcado es alcanzar dentro de treinta años esto que se ha bautizado como la neutralidad del carbono, consistente en que la cantidad de CO2 que emitimos sea equivalente a la cantidad de CO2 que absorbe el planeta. Es decir, jugamos a empatar. En el fondo se trata de reducir lo que emitimos y aumentar lo que capturamos, y esta es la medida principal para frenar el calentamiento del planeta. 

Este va a ser, sin duda, el gran asunto en los medios de comunicación españoles, la cumbre de las Naciones Unidas, no porque esta sea más importante que las veinticuatro anteriores, ni porque se vayan a adoptar medidas relevantes, ya que los compromisos fueron adquiridos en la cumbre de Paris y ahora se trata de ver si se están cumpliendo o no y a qué velocidad, sino porque se celebra en España. Si la cumbre se hubiese celebrado en Chile, que es donde estaba previsto en un principio, en España no se le hubiesen dedicado ni la mitad de los minutos que se le van a dedicar ahora. Esto ya es un síntoma. No es tanto la salud del planeta como el hecho de que la tengamos en casa.

El caso es que está en Madrid y que, durante una semana, será el centro informativo del planeta. Aunque en realidad no se trata de salvar el planeta, se trata de salvarnos nosotros, porque el planeta, de una u otra forma seguirá aquí, pero tenemos que saber si el hombre podrá seguir habitando la tierra en las nuevas condiciones que podría haber a partir de un determinado momento. Olvidémonos pues del planeta, y pensemos en nosotros.

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