viernes, 8 de marzo de 2019

Relaciones profesionales

Pontevedra, 08 Marzo de 2019

Solemos pensar que estamos en posesión de la verdad. Que nadie es mejor que nosotros. Que somos los más listos, los que lo sabemos todo, los que menos nos equivocamos y, sobre todo, no solemos ver las potencialidades que tienen los demás. Es difícil aceptar de forma objetiva a quién es mejor que tú,por lo menos menos en público, otra cosa es cada uno en su fuero interno. 

Sin embargo, no hay nada más placentero que reconocer las virtudes de los otros,porque además eso nos hace mejores. 

Cuando llegas a un nuevo grupo, de amigos, de familia o de trabajo, tienes una nueva oportunidad para ser sincero y reconocer las cosas buenas de la gente. Cuando cambias de trabajo, por ejemplo, vas siempre con la duda de saber cómo serán allí, si alcanzarás a dar el nivel de los nuevos compañeros, si estarás a la altura de las expectativas creadas porque, a fin de cuentas eres un fichaje, y como tal, se espera mucho de ti. Entonces empiezas a compararte con los demás y a analizar si estás en la media. Te exiges porque quieres dar lo mejor y demostrar que tu incorporación ha servido de algo.

Pero muchas veces, por mucho que te esfuerces, siempre te cruzas con alguien que supera todas tus expectativas. Alguien cuyo nivel es, cuando menos, difícil de igualar. Alguien que, además, hace que tu mejore. Esa es la mejor virtud de cualquier compañero de trabajo, conseguir que los demás mejoren en su desempeño. 

Alguien que, además de tener un conocimiento profundo de su labor, ejercitar sus tareas de forma impecable, con tesón, profesionalidad, seriedad y exigencia, consigue que tú te contagies de su implicación.

O mejoras, o mejoras, no hay opción. Porque tiene la misma ilusión y entusiasmo cuando le propones hacer algo nuevo, cuando le preguntas una duda, cuando le explicas tus ideas, que cuando se ofrece a ayudarte y te exige que subas el nivel.

Pasamos muchas horas en el trabajo, rodeados de personas con sus vidas, sus experiencias, sus reflexiones. Hablamos de nuestras vidas, nos confesamos, nos aguantamos, pero hay personas especiales que uno siempre recordará, incluso cuando ya no forme parte del equipo y deje paso a otro fichaje.

Publicado en PontevedraViva.com el día 08 de Marzo de 2019


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