Arteixo, 18 Marzo de 2019
Tomo café en un bar por la mañana. Apenas pasan unos minutos de las siete y la televisión ya está encendida, y con el volumen a tope, ensordecedor. Repasan las noticias del día anterior hablando de economía, de política… Pero nadie presta atención. Las noticias importantes no interesan a nadie. La mayoría están con el móvil en la mano y, los menos, ojean un periódico. Pero de repente todos giran la cabeza hacia el televisor y se produce un milagro, porque aparece el interés por las noticias. El motivo es que hablan de deportes. Concretamente de fútbol. El fútbol consigue lo imposible. Es como una droga, el opio del pueblo, con el que adormecen las conciencias de las personas para que no piensen en cosas más importantes y trascendentes. Los de la barra del bar son todos hombres. Yo también estoy con el móvil, escribiendo esto.
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