Tapedello, 18 Octubre de 2015
Nervios a
flor de piel
En el PP, y en el Gobierno que ellos sustentan, los
nervios están a flor de piel. Se ha convertido en una jaula de grillos. Los
ministros discuten entre ellos y se echan la culpa de todo unos a otros. Montoro
abronca a sus compañeros y éstos le responden. Se acusan de no ser fieles, de
no creer en lo que hacen y, para mayor escarnio, meten por medio cuestiones
personales como la de organizar una paralela a la declaración dela renta de
Margallo. Montoro no deja títere con cabeza y critica al ministro de Exteriores,
a Aznar, a todo el que se le pone por delante. Se ve con poder, es el Mongomeri
Berns del Gobierno. El barco de Rajoy hace aguas por todas partes y necesita de
la intervención de la vicepresidenta para poner orden y a cada uno en su sitio.
Porque a Rajoy ni está ni se le espera. Es esa famosa forma que tiene de
manejar los tiempos, que muchos ensalzan pero que solo significa no hacer nada
hasta que todo se apacigua. Todo esto no son más que pequeñas trifulcas previas
a la formación de las nuevas listas electorales y ante lo que se les pueda
venir encima. Los sondeos no dejan al PP en un buen lugar, la pérdida de poder
será inevitable y hay que situarse para no perder el tren.
Cada uno a lo
suyo
Con el juicio por el asesinato de la niña Asunta, sale
de nuevo a la luz la polémica de quién debe juzgar un caso de esta embergadura.
Leemos en la presa estos días testimonios de personas que fueron elegidas para
formar parte de un juzgado popular, y sabemos de sus miedos y su altísima
responsabilidad. Para ser elegido miembro de un jurado popular, los únicos requisitos previos al OK del juez son ser español, saber leer y escribir y no tener impedimento ni estar aforado. En mi opinión, no debemos dejar en manos de personas normales,
de la calle, con mayor o menor formación, este tipo de responsabilidades; cada uno
debe asumir lo suyo, y la justicia en este país es cosa de los jueces, que son
quienes deben tomar este tipo de decisiones en base a ley.
Bochorno
nacional
Lamentable escenificación de los independentistas
catalanes en el apoyo a Más el día de su cita con la justicia por la
organización de un referéndum ilegal. Quiso el azar hacerla coincidir con el
aniversario del asesinato de Lluis Compayns. Más aprovechó el día para
mostrarse como el nuevo mártir catalán. Y la verdad es que tiene madera para ello. Es lo que le queda, envolverse
en la bandera independentista y ser el nuevo mártir de la sociedad catalana. Espectáculo
infame, donde representantes democráticos elegidos por la sociedad catalana se
manifestaron para presionar a los jueces. Sin duda, una mala forma de defender
el Estado de Derecho. Alcaldes, un gobierno autonómico, en definitiva, una
parte importante del poder ejecutivo que trataba que imponer no se sabe muy
bien qué con su presencia física y que va claramente contra la democracia. Mas
ha tratado de situar a Cataluña fuera de la legalidad y eso debe ser
investigado y castigado. Por tanto, por encima del derecho de autodeterminación
y de poder decidir el futuro de una comunidad (que tienen derecho a ello), está
el estado de derecho que tenemos y hay que respetarlo.
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