Pontevedra, 23 Octubre de 2015
La Iglesia tiene mucho que cambiar
si quiere modernizarse y avanzar, poniéndose al nivel de los tiempos que corren;
de lo contrario continuará siendo una organización arcaica, retrógrada y con
ideas medievales que irá perdiendo adeptos a marchas forzadas. La última perla
que se les ha ocurrido a un grupo de obispos que han participado en el sínodo
sobre la familia, es establecer una fase previa al matrimonio que pretenden
llamar noviciado para que las parejas se conozcan bien antes de dar el paso
definitivo del matrimonio. Todo ello bajo la experta supervisión de un sacerdote. Olvidan los obispos que las
parejas hoy en día ya llegan hartas de vivir y compartir experiencias juntos
antes de dar el sí quiero, y que la presencia del cura solo iba a entorpecer
las ya de por si complicadas relaciones entre dos.
Publicado en LA VOZ DE GALICIA el día 23 de Octubre de 2015
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