Pontevedra, 10 Octubre de 2015
La política es una vocación que sirve para encontrar un
trabajo bien remunerado y con poca responsabilidad. Esta es la mejor definición
que se me ocurre cuando veo algunas actitudes de los que se supone llevan las
riendas de la gestión de lo público. Que no nos digan luego que la política no
es utilizada para favorecer a amigos y para dar trabajo a los que se han
quedado en el paro. Es el caso del exalcalde de Ferrol, derrotado en las urnas
el pasado mes de marzo, al que Feijoo ahora se permite el lujo de crearle una
conselleria a su medida. Así, como suena, le crea una conselleria para el amigo que ha quedado en el
paro.
A un año
vista de las elecciones autonómicas, Feijoo remodela el Gobierno gallego para
quitarse lastre político e incorporar a pesos pesados del partido que se han
quedado en el paro. Es decir, cambia el Gobierno de todos los gallegos pensando
en clave partidista. Sino, ¿cómo se explica que a estas alturas de la
legislatura se percate de la necesidad de una conselleria de Política Social?
Dice el presidente que el motivo es un nuevo contexto para Galicia. ¿No será un
intento de reconducir el camino electoral que les apremia? ¿No será un problema
del partido más que de Galicia? Es de broma señor Feijoo, de broma.
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