El PP en esencia

 András, 12 junio de 2023

Tres breves notas de lo que es la política para el PP. En realidad, nada nuevo, solo que muchos no lo quieren ver porque, en política igual que en el fútbol, lo último que importa es la veracidad y la razón, todo se mueve por los sentimientos, anteponiendo la desgracia del adversario al beneficio propio si es necesario.

Uno. Hace cuatro años, el PP apoyó a Democracia Ourensana (DO) para hacer alcalde a Jácome solo por no permitir que gobernase el PSOE y, además, para mantener a Baltar atornillado al sillón de la Diputación. Ahora, tras ver cómo es el personaje y con todas las críticas que le han caído durante la legislatura que acaba de finalizar, apelan a la responsabilidad del resto de fuerzas para que Jácome no vuela a gobernar, a pesar de haber sido su partido el que ganó las elecciones. Es decir, cuando le convino pactó, pero ahora dice que no, que lo mejor es que Jácome no tenga responsabilidad de gobierno. Aclárense, por favor.

Dos. ¿Cuándo se va a cansar Feijoo de hacer el ridículo pidiendo que vote la lista más votada? ¿Cuándo va a dejar de pedir que se ejecute una ilegalidad contra la ley electoral y la propia Constitución? ¿Cuándo le van a explicar que en España los que eligen a los alcaldes, presidentes autonómicos y al mismísimo presidente del gobierno de la nación, son los representantes que eligen los ciudadanos y no éstos directamente? ¡Ah!, que ya lo sabe, pero solo lo dice porque nos considera idiotas a los demás… Siendo así, no hay nada que reprocharle.

Tres. Es bochornoso que el partido que lleva cuatro años haciendo oposición desleal, tirando contra todo lo que se mueve, resucitando a ETA, sembrando dudas sobre la legitimidad del gobierno de coalición y acusando al presidente del gobierno de golpista y de conspirar para regalar España a los independentistas, salgan ahora haciéndose los ofendidos y pidiendo al PSOE que no haga una campaña agresiva contra ellos. La típica estrategia del agresor que se siente agredido. Lo peor es que se lo creen, y le creen. En fin, esta gente no tiene remedio.