András, 17 Julio de 2022
Moreno Bonilla acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de “hacer negocio con la desesperación de la gente” en unas declaraciones que, sinceramente, no cuadran con su aparente talante pausado y conciliador. En realidad, lo que hizo fue repetir lo que ha había hecho su jefe, cuando afirmó que el Gobierno se estaba “forrando” gracias a la subida de los precios.
Cuando un dirigente que representa una institución del Estado, un empleado público, que cobra de los presupuestos generales que alimentamos entre todos, dice una barbaridad como esta sin sonrojarse, debería caerle un castigo divino del cielo, sobre todo a estos que son, supuestamente, creyentes y comulgan con ruedas de molino.
Tanto Moreno como Feijóo saben que tales afirmaciones son una falacia, saben que, a pesar de que es evidente que el Estado (no el Gobierno) recauda más por la subida de los precios, también lo es que las comunidades autónomas se ven beneficiadas por ese incremento de precios debido, sobre todo, al aumento en la recaudación del IVA.
Es decir, el Estado no es solo el Gobierno central, y hay gobiernos autonómicos que se frotan las manos porque ingresan más por la parte que les toca del IVA, a la vez que arremeten contra Sánchez por no bajar los impuestos. Es lo que tiene la política, que se puede decir lo que a uno le viene en gana sin que le interpelen ni tenga que demostrar nada. Y si algún periodista que quiere ejercer su profesión pregunta, se pasa palabra y punto.
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